Playas perdieron elevación

Aparte de agravar la erosión como se anticipaba, el huracán María causó que casi todas las playas en perdieran elevación, reduciendo su capacidad de prevenir inundaciones costeras y aumentando la vulnerabilidad de comunidades aledañas.

Ese fue el principal hallazgo de un análisis hecho por estudiantes y profesionales de la Red de Playas de Puerto Rico y el Caribe, adscrita a la Escuela Graduada de Planificación de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Río Piedras, para identificar los efectos del ciclón en la línea costera del país.

El equipo, que no ha concluido sus visitas a las playas, es liderado por la oceanógrafa Maritza Barreto. Entre septiembre y diciembre, recorrieron el 75% de las 1,225 playas identificadas en la isla, encontrado que el 90% de ellas se aplanaron. Para llegar a esa conclusión, los voluntarios de la Red hicieron análisis aéreos –con imágenes propias y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica–, midieron el ancho de las playas y colectaron muestras de sedimentos.

“No importa en qué punto cardinal nos encontráramos, el efecto era el mismo. Fue como si hubiesen metido un vehículo y aplanaran el terreno”, dijo Barreto a El Nuevo Día.

Cuestionada sobre las causas de la pérdida de elevación, indicó que pudo deberse a que el oleaje y la marejada ciclónica “empujaron la arena” hacia adentro o fuera de la playa. El viento de María también contribuyó.

Mencionó, por ejemplo, que calles de El Condado y Ocean Park, en San Juan; Isla Verde, en Carolina; y Piñones, en Loíza, quedaron “cubiertas de arena” tras el huracán.

“Se supone que esa arena se colectara y metiera de nuevo en las playas”, indicó la experta, quien desconoce si tal acción llegó a concretarse.

DEBE REGRESAR

Barreto explicó la pérdida de elevación se traduce en que las playas no tienen suficiente arena para defender la costa de otros “embates de oleaje”.

“La arena, más allá de su valor recreativo y ser ecosistema de tortugas, es la que amortigua la energía (de las olas). Ahora, estas playas están como desnudas… vulnerables”, subrayó.

Barreto, quien dirige el Laboratorio de Geomorfología de Costas –también adscrito a la Escuela Graduada de Planificación de la UPR–, dijo que la arena perdida debe regresar a las playas.

En promedio, agregó, ese retorno demora un año, pero entre cuatro y seis meses después de registrada la pérdida empieza a verse mejoría.

“El mismo oleaje regresa la arena, siempre y cuando esté disponible, claro está”, expuso.

“La arena...

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