Participación política ESENCIA DE LA DEMOCRACIA

Por Ricardo Cortés Chico

rcortes@elnuevodia.com

El llamado apartheid, limitaba el acceso de los negros sudafricanos a participar en el gobierno, impedía que pudieran votar en las elecciones y gozar de condiciones de igualdad con los demás pobladores de este país. Los negros, a pesar de que constituían una mayoría racial, estaban políticamente dominados por los blancos, quienes impedían que pudieran participar en las elecciones, ocupar ciertos puestos públicos y participar en equipos deportivos dominados por blancos, entre otras cosas.

Por eso, a inicios de mes el deceso de Mandela causó una conmoción internacional. Se trató de un individuo que en tiempos recientes revolucionó un país haciendo valer los derechos humanos que le cobijan y que fueron expresamente adoptados por las Naciones Unidas en el 1948. Esto es, hace 65 años.

El artículo 21 es el último de los derechos civiles y políticos en la declaración de la ONU y va a la esencia de la participación democrática de un pueblo, a la vez que garantiza el acceso de las personas a los servicios gubernamentales y a la participación política.

La organización Minority Rights (derechos de minoría) lo menciona como uno de los apostolados que benefician directamente a los grupos que por alguna razón podrían verse rezagados en los procesos políticos y discriminados a la hora de buscar acceso a un servicio gubernamental.

Los postulados de este artículo son un tanto simples. La primera parte establece que las personas tienen el derecho de participar en el gobierno de su país, ya sea ocupando un cargo directamente o a través de representantes electos.

De hecho, la declaración reserva una particular porción del articulado para plasmar en blanco y negro los principios democráticos del poder proveniente del pueblo y del sufragio universal, igual y secreto durante elecciones periódicas.

Añade que toda persona tiene el derecho de acceso igual a las funciones públicas del país, algo que hasta hace poco no pasaba en los Estados Unidos y que motivó las revueltas raciales en la década del 1960.

Pedro Santiago, director ejecutivo de Amnistía Internacional en Puerto Rico, explicó que los gobiernos constantemente enfrentas situaciones en que sus intereses están en contraposición directa con las necesidades del pueblo, por lo que sus estructuras deben tener el suficiente contrapeso político para permitirse ser influenciada.

"El sistema democrático adoptado oficialmente en nuestra sociedad de una parte cobija el...

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