Quieren que se les considere

Son, quizás, la parte más importante de la cadena, pero se sienten desatendidos. Les preocupa que no se les tome en cuenta. Los pescadores comerciales, esos que suelen salir al agua con los primeros rayos de luz del día, llevan años reclamando ser parte del manejo de los recursos marinos y del proceso de toma de decisiones en la industria.

Un estudio recién concluido validó sus exigencias.

Subvencionado por la organización sin fines de lucro The Pew Charitable Trusts, el estudio reveló que los pescadores están preocupados por el estado del ecosistema, conocen sus principales amenazas y desean tener un rol más activo en el manejo de las pesquerías.

“No es que yo no me sienta parte, es que quiero estar ahí. Mi reclamo es que se nos tome en cuenta”, resumió Andrés Maldonado, uno de los 29 pescadores entrevistados en el estudio.

“Poco a poco, los pescadores comerciales nos hemos ido envolviendo más en los procesos para el manejo de las pesquerías, pero nos frustra que a veces nuestras opiniones no se toman en serio”, indicó, por su parte, Nelson Crespo, quien también fue entrevistado.

ALGUNOS HALLAZGOS

Los 29 pescadores –23 comerciales y seis recreativos– fueron entrevistados por el antropólogo Federico Cintrón, de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.

En cuanto al estado de los recursos marinos, la mayoría reconoció que el cambio climático está afectando la pesquería. Por ejemplo, debido al aumento en la temperatura oceánica, los peces se mueven a aguas más profundas y los pescadores se ven obligados a modificar sus técnicas de captura.

“El cambio ha sido mayor en los últimos 20 años. (El huracán) Hugo afectó el área este y cuando Georges se vio un cambio debajo del agua, pero con María ha sido brutal. Yo soy pescador de carrucho y este huracán barrió con todas sus áreas de alimentación; donde había yerbas marinas, ahora hay arena. Las recientes marejadas también nos afectaron”, contó Maldonado, de 58 años y vecino de Cabo Rojo.

Otro problema que los afecta es la contaminación terrestre, como las escorrentías que traen sedimentos; y la sobrepesca.

“También tenemos el problema de pescadores furtivos… pescadores comerciales sin licencia, que venden su captura y son una competencia desleal. El problema es que, como no le rinden cuentas a nadie, no producen estadísticas y eso hace imposible que se conozca el estado real del recurso”, añadió Crespo, de 52 años y residente en Rincón.

En esa misma línea, el estudio arrojó que los...

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