'Le quieren echar la culpa'

Por Sandra Caquías Cruz

scaquias@elnuevodia.com

El sargento fue atacado a tiros en una intervención con un conductor que manejaba a 59 millas por hora (mph) en una zona de 45 mph, según registrado por el radar que ayer continuaba prendido en la patrulla Crown Victoria donde realizó la intervención. Se trataba de una multa de $ 125 por exceso de velocidad.

Díaz Colón, señaló ayer que el sargento incumplió con el protocolo policial porque no prendió la cámara que grabaría su intervención ni se comunicó con el cuartel. "Desgraciadamente la patrulla tenía su cámara, (pero) el compañero no la llegó a activar. Tampoco llamó al área de comunicaciones nuestra, como el protocolo indica, para decir que se está interviniendo con una persona, tablilla tal, etcétera", dijo Díaz Colón en entrevista radial (Wapa Radio).

"Aparentemente, él (estaba) confiado de que esta situación no le iba a pasar", expresó el superintendente.

Sin embargo, el teniente Alexis Marrero, director de la división Patrullas de Carreteras, en Mayagüez dijo a El Nuevo Día que el sistema de cámara que debió grabar la intervención que hacía el sargento no estaba en servicio porque a la patrulla no se le instaló una máquina de DVD.

Por otra parte, mientras Díaz Colón señala que el sargento no se comunicó con su cuartel, varios agentes pusieron esto en duda.

"Aquí el sistema de comunicación no sirve", subrayó uno de los agentes, entrevistados por este diario.

"Dudo mucho que Castro (Berrocales) no se haya comunicado. Seguro fue que trató y como el equipo no sirve le quieren echar la culpa porque está muerto", dijo otro de los agentes, que no se identificó por temor a represalias. Explicaron que al cambiar el sistema de trasmisión a 800 Mhz tienen que llamar muchas veces, en ocasiones hasta con su celular, para informar sus intervenciones porque el retén "no nos copia (escucha)".

A esa situación se sumó la falta de personal. En ese turno había seis policías -uno de ellos el sargento- para cubrir la PR-2, PR-100 y PR-116 en los pueblos de Añasco, Mayagüez, Cabo Rojo y Lajas. Pero, a juicio de Marrero, ese personal era suficiente para el área designada.

El agente Jesús Valentín, primero en llegar a la escena la mañana del domingo, lamentó no haber estado acompañado al encontrar a Castro Berrocales lo que impidió que, mientras éste era socorrido, otro agente siguiera el auto que en ese momento se marchaba de la escena.

Castro Berrocales había estado patrullando la mañana con un agente, a...

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