Reducción de jornada: A la buena o a la mala
| Autor | Carlos Alá Santiago Rivera |
| Cargo | Estudiante de segundo año de la Facultad de Derecho de la Universidad Interamericana. |
| Páginas | 55-77 |
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REDUCCIÓN DE JORNADA: A LA BUENA O A LA MALA
DR. CARLOS ALÁ SANTIAGO RIVERA143
Introducción
El gobernador de Puerto Rico aprobó la Orden Ejecutiva 2005-
55 que autorizó la reducción “voluntaria” de la jornada laboral para
los empleados públicos.144
implantación de la reducción de jornada será impuesta debido a la
145 En términos generales,
la aprobación de esta Orden ha causado un debate jurídico-laboral
sobre el derecho de los trabajadores públicos a proteger su jornada
de trabajo y la obligación del gobierno a mantener un presupuesto
balanceado. En este artículo, examinamos este debate indagando
más sobre el poder de reducción que tiene el Estado para afectar
la totalidad del empleo público. En otras palabras, nos interesa
analizar las acciones administrativas que afectan la política pública
sobre el empleo en un contexto donde existe una clara orientación
respuesta a un consenso gubernamental a favor de los grandes
143 El autor es estudiante de segundo año de la Facultad de Derecho de la
Universidad Interamericana.
144 Boletín Administrativo Núm. OE-2005-55. Orden Ejecutiva del Gobernador
del Estado Libre Asociado de Puerto Rico para establecer el Programa de
Oportunidades de Horario Reducido para empleados públicos. 3 de agosto de
2005.
145
los medios para alcanzar mayor tributación al erario de los sectores industriales
y bancarios de punta. El problema es uno de gobernabilidad porque existe una
batalla política entre el ejecutivo y el legislativo. Precisamente porque no pueden
ponerse de acuerdo peligra la estabilidad del empleo público.
56 Revista CLAVE [Tomo 1
intereses.146
gobierno de turno ha preferido descomponer, limitar y reducir
el empleo público para no afectar los intereses de los sectores
económicos de punta: los bancos, las farmacéuticas, la gran industria
electrónica y la de biotecnología.
Esta no es una estrategia nueva porque nada innovador tiene
el que se aumente la oferta de “trabajo” sin realmente proveer
oportunidades de empleos decentes. Es decir, no se trata de
convertir a los empleados transitorios147 en regulares sino por el
contrario, rescindirles los contratos y convertirlos en desempleados
compitiendo en un mercado de trabajo reprimido, con bajos salarios
y sin protección sindical.
El empleo público se ha reducido un 10% en el último año. En
agosto pasado se encontró que 204,300 personas estaban contratadas
por agencias del gobierno central. Esto representa 22,700 menos
que en el mes de agosto de 2004.148 La reducción de la jornada
de trabajo a la brava se está materializando en todo el gobierno.
(ORHELA) es la ejecutora propagandista de la política pública que
quiere posibilitar la reducción acelerada del empleo en el sector.
Ejecutiva en términos de política pública gubernamental de empleo
146 La clave me la ofreció analizar el “Constitutionality of statutes limiting
hours of labor” 90 A.L.R. 814. Éste es un recuento histórico de la intervención
gubernamental en la reducción del empleo mayormente en el sector privado de
los Estados Unidos. El material es histórico y de carácter persuasivo, pero ilustra
claramente la contradicción que estamos señalando.
147 Los empleados transitorios son personas nombradas en puestos del servicio
de reclutamiento que manda el sistema aunque tienen que reunir los requisitos
mínimos del puesto. La expectativa de empleo del empleado transitorio es por
el período del contrato. Ley de Relaciones Laborales para el Sector Público, Ley
148 Encuesta de Establecimientos del Departamento del Trabajo y Recursos
Humanos. Agosto, 2005.
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