REFLEJOS DE FICCIÓN Y REALIDAD

Por Carmen Graciela Díaz.Especial El Nuevo Día

... gatito, te contaré todas mis ideas sobre la casa del espejo. Primero, ahí está el cuarto que se ve al otro lado del espejo y que es completamente igual a nuestro salón, solo que con todas las cosas dispuestas a la inversa...

Lewis Carroll en Alicia a través del espejo

"Yo que sentí el horror de los espejos/ no sólo ante el cristal impenetrable/ donde acaba y empieza, inhabitable,/ un imposible espacio de reflejos"

El espejo es recurso estético, de belleza, de suspenso, de terror. Lo mismo se relaciona al alma, que a las capas externas y hasta al amor si revisamos a incontables voces como la del escritor argentino Julio Cortázar en el poema Bolero con eso de que "siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte".

Las lecturas y simbolismos en torno al espejo han tenido espacio en la cultura popular desde el cine, la literatura, la televisión, el arte plástico y hasta la música. En las líneas que siguen revisamos algunas maneras en las que el espejo aparece de un modo u otro, y los discursos que con esas manifestaciones sus artífices han planteado o sugerido.

"El espejo es la imagen invertida", dice el psicoanalista Alfredo Carrasquillo sobre el objeto en el que vemos nuestra imagen, pero que también puede ser fuente de distorsiones o cosas inexistentes según nuestro estado mental, emocional o alguna inseguridad. Algo así como el efecto de las casas de espejos que han sido materia de incontables películas y programas televisivos.

Esas inseguridades amplificadas, a juicio de Carrasquillo, cobran vida no por lo que está en el espejo, sino por "la mirada atravesada por un montón de cosas".

Repasar el espejo en la cultura popular incluye una mirada a eso que provoca coraje, o crea ganas de intentarlo, de posar, de jugar con el celular y click.

La moda de la foto con celular, contra el espejo en redes sociales como Facebook e Instagram no deja indiferente por las reacciones que crea entre fastidio y placer. Pero, como publicó @HechoHistoricos en Twitter, Ringo, Paul y George de Los Beatles posaron en su juventud contra espejos y con cámaras Reflex y Pentax SLR. Ese mismo tipo de autorretrato también ha tenido otras corrientes como el de 1944 de la fotógrafa Diane Arbus.

Por ego, por llamar la atención o por curiosidad sobre cómo nos vemos, el espejo ha matizado el desarrollo del "yo" como resaltó el psicoanalista Jacques Lacan en su texto de 1966, El estadio del espejo.

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