Al rescate de Antonia

Cuando el 4 de marzo de 1970 un miembro de la Fuerza de Choque hizo un único y certero disparo hacia el balcón desde el que varios estudiantes universitarios miraban a agentes golpear a un estudiante y ese disparo mató a una joven, ahí nació una leyenda.La leyenda lleva el nombre de Antonia Martínez Lagares, una joven estudiante de pedagogía que a los 20 años estaba en su último semestre en la Universidad de Puerto Rico (UPR).Desde que murió abatida por el disparo en la cabeza, Antonia se convirtió en símbolo de las luchas estudiantiles en la Universidad de Puerto Rico (UPR), de las campañas de concientización sobre los abusos policiacos y hasta del fervor independentista juvenil.Una plaza en el Recinto de Río Piedras lleva su nombre. Antonio Cabán Vale, El Topo, le escribió una hermosa canción.Pero más allá de la leyenda, se sabe poco de quién era Antonia y, sobre todo, del resultado de la pesquisa sobre su muerte. Con los años el recuerdo de Antonia y de lo que representó se ha ido difuminando, convirtiéndose en algo tan borroso como las pocas fotos que aún existen de la joven.Eso aspira a cambiarlo el exjuez Hiram Sánchez Delgado, con la publicación de su libro "Antonia, tu nombre es una historia", en el que hace un detallado y muy bien contado relato de la vida de Antonia, del ambiente social aquí y en el mundo aquel 4 de marzo, de la forma en que la joven murió y cómo las autoridades encubrieron al responsable del asesinato."Hay delitos que no pueden quedar impunes. Ningún delito debería serlo, pero ese (de Antonia) en particular, porque tiene unas implicaciones públicas de importancia, porque ese es un delito cometido por razón ideológica", dijo Sánchez Martínez.Sánchez Martínez no es un narrador ajeno a la historia que cuenta. Antonia fue una de las primeras personas que conoció cuando llegó a Río Piedras de Yauco en el 1968. Entre él y Antonia, a quien disgustaba su nombre y prefería que la llamaran "Toñita", había una cercana amistad. Sánchez Martínez cuenta que él se enamoró de ella "a lo adivino", hasta que ella misma, cuando él le empezaba a dejar saber la naturaleza de su interés, le dijo que lo quería "como un hermano"."Era una muchacha tranqujila, buena , estudiosa", relata Sánchez Martínez.El 4 de marzo, Sánchez Martínez y Antonia se encontraron cuando iban a la UPR a averiguar de los motines que tenían lugar en el recinto desde que en la tarde una protesta contra el ROTC degenerara en violentos enfrentamientos que llevaron...

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