Un reto para el DRNA la captura de caimanes

Hace apenas una semana, las autoridades capturaron dos caimanes en hechos separados, en Juncos y Comerío. La semana anterior, otro caimán fue apresado en el balneario de Carolina y, previo a esa captura, apareció un reptil de este tipo en la parte trasera de una residencia del mismo municipio.La población de caimanes en Puerto Rico ha crecido, reconoció el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). Pero la estrategia de esa entidad pública, llamada a velar por el control de especies invasoras, como ese reptil, coloca el mayor peso de la acción en el público. Es decir, en el indeseable encuentro de una persona con el animal, y el posterior reporte de la situación a las autoridades para la misión de captura."El Cuerpo de Vigilantes está alerta 24 horas al día, siete días a la semana. Antes, por ejemplo -hace mucho tiempo, quizás 20 años atrás-, se hacían cacerías controladas de caimanes. Venían unas personas, a veces, eran biólogos del Departamento o gente de fuera, incluyendo vigilantes, y se iba a la laguna Tortuguero y se hacía una cacería controlada de caimanes", relató el teniente Ángel Atienza Fernández, director de la Unidad de Vida Silvestre del Cuerpo de Vigilantes del DRNA."Eso, cuando los animales están en un sitio, lo puedes hacer, pero cuando los animales están dispersos, que no sabes dónde están, tengo que esperar la querella, porque Puerto Rico tiene tantos cuerpos de agua -ríos, quebradas, lagunas, lagos, embalses-, que no hay tanta gente para estar todo el tiempo en esos lugares", sostuvo.De acuerdo con Atienza, el caimán fue traído a Puerto Rico hace 50 a 60 años. El DRNA no tiene un estimado de la población actual, pero el teniente calificó como "bastante estable" el número de estos reptiles en cuerpos de agua a través de la isla.La sección de preguntas y respuestas de la página web del DRNA describe como un "problema real" que, "una vez comenzamos a ver especies exóticas en nuestros parques y lagos, la población de estas ya es significante"."Si la población de la especie invasora es pequeña, quizás, pueda controlarse si se atiende suficientemente rápido. Con una gran población, lamentablemente, se vuelve prácticamente imposible, a menos que el hábitat donde la especie se encuentra sea claramente definido...

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