SALE A FLOTE ESCÁNDALO EN ROOSEVELT ROADS

Por Yalixa Rivera Cruz

yrivera@elnuevodia.com

El pasado 22 de mayo el gobierno anunció que la empresa iniciaría la actividad económica en la antigua base naval como parte de los planes de la Autoridad para el Redesarrollo de Roosevelt Roads (ARRR).

En esa ocasión el propietario de la empresa, Carlos Mendes, quien se identificó como ingeniero naval, indicó que había contratado a 50 personas para el proyecto en el que invertiría $ 1.5 millones. A largo plazo, su proyección era tener sobre 100 empleados en tres años.

Al menos dos clientes de la empresa constructora de barcos denunciaron a El Nuevo Día que iniciaron los procesos para demandar a Mendes, de origen portugués, por incumplimiento de contrato. Según los querellantes, Mendes se comprometió a manufacturar unas embarcaciones que no terminó. Tampoco devolvió el dinero que se le pagó.

"Yo soy uno de los clientes que estoy demandando porque tuvo más de un año para construir mi embarcación y nunca me la terminó. Yo le había pagado $ 20,000, me faltaba de pagarle solo unos $ 2,000", explicó Charlie Robles, quien opera un negocio de transportación turística en Fajardo. Robles aseguró que hay más "víctimas" del empresario.

Este es el caso de Manuel Calzada, quien le encomendó a Mendes la construcción de una embarcación. "En mayo del año pasado le dimos $ 30,000 para la construcción de un catamarán y al final de cuentas tuvimos que llevarnos la embarcación como estaba y terminarla nosotros", comentó el propietario de la tienda de buceo Akuasport.

"Él lo que alega es que no tiene dinero y por eso no ha podido terminar los trabajos", indicó Calzada, quien no se explica qué hizo el empresario con el dinero que ya recibió.

La abogada de Calzada, Zoraida Buxó, indicó que antes de optar por la demanda se había intentado llegar a otros acuerdos con el empresario portugués pero que este volvió a incumplir. Según la letrada, como parte de esos acuerdos Mendes firmó "unos documentos con nosotros donde admitía su incumplimiento de contrato y se comprometía de buena fe a terminar la embarcación en un tiempo limitado e incluso construir otra adicional, pero nada de esto ocurrió".

Ambos clientes dijeron haber conocido al empresario extranjero desde que este operaba en el pueblo de Fajardo, en unas instalaciones de PRIDCO, que el pasado 9 de noviembre de 2011 le había puesto una orden de desahucio por incumplir con el pago de ese alquiler. Fuentes de PRIDCO confirmaron ayer que la agencia transó la deuda a...

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