Salsera, científica y diplomática
Por José A. Delgado
jdelgado@elnuevodia.com
La vocación por el servicio público es de familia. Su abuelo materno fue agente del Servicio Secreto y guardaespaldas del presidente Richard Nixon. Su mamá trabajó con el Gobierno federal en Puerto Rico. Su hermano es agente de la Patrulla de Fronteras en Arizona.
La ciencia le interesó desde pequeña y la salsa le apasionó desde adolescente.
A los 37 años, lo más reciente en su vida es la diplomacia, un ejercicio que hace con la mayor naturalidad del mundo y le ha dado la oportunidad de recorrer Latinoamérica, países de Oriente Próximo, Túnez y Filipinas.
Colón Hastings, quien lleva seis años en el Departamento de Estados Unidos y donde tiene su puesto de carrera, es un bólido de energía. Desde la primavera pasada, el asesor principal de la secretaria Clinton en material de Ciencia y Tecnología, William Colglaizor, le seleccionó como su mano derecha. "Tienes muchos amigos", le dijo, tras evaluar a 15 candidatos.
En Estado federal ha estado asignada antes como asistente de la ahora embajadora Julissa Reynoso, al subcomité de Seguridad del grupo interagencial de la Casa Blanca sobre Puerto Rico.
Aunque su abuelo materno es de origen estadounidense y cubano, sus raíces familiares están en Culebra. "Nos identificamos como culebrenses", sostuvo. Luego vivió en Levittown y Guaynabo.
Colón Hastings obtuvo su doctorado en neurobiología de la prestigiosa Universidad de Brandeis, en la zona de Boston (Massachusetts). Igualmente, se expresa orgullosa de su bachillerato en el Departamento de Ciencias Naturales de la Universidad de Puerto Rico, donde se enamoró de la investigación. "Cuando llegué a Brandeis -en términos de preparación académica- no tenía que envidiarle nada a nadie", cuenta.
En Brandeis se fajó siete años y su formación fue mucho más que en el ámbito científico. Para la joven boricua, la zona de Boston también la convirtió en activista cívica y política "de las buenas causas". "Fui mentora de jóvenes hispanos, siempre estuve involucrada en actividades de la comunidad", dijo.
Asimismo, expandió su experiencia en el mundo de la salsa, una pasión que comenzó a los 13 años cuando su mamá le enseñó a bailar. "Hasta manejaba orquestas de salsa", cuenta sonriente.
¿Promotora de orquestas?
Me fascina bailar. Soy salsera. Me llevo a cualquiera por el medio, porque eso es lo mío. (En Boston) de jueves a domingo iba al club de salsa Sophia's a bailar. Allí me hice amiga del grupo que tocaba. Pregunté por...
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