'Nos salvó de olvidar que tenemos pasado'
Por Ana Teresa Toro
ana.toro@elnuevodia.com
A somado al balcón de su casa en la Calle Sol en el Viejo San Juan, don Ricardo Alegría solía saludar a los jóvenes que pasaban por allí. Algunos tenían noción de quién era ese señor de bigotes generosos y cachetes simpáticos que les decía adiós. Otros no tenían idea de la densidad de esta figura que marcó las vidas de los puertorriqueños de más de una generación.
Es posible que su partida ayer les despierte algo de curiosidad, pero lo que es innegable es que la salida de una voz tan contundente de los debates diarios de la Isla, vuelve imperante el que se pase revista por su legado y, sobre todo, por el proyecto de País que propulsó y que, hasta cierto punto, ejecutó con éxito.
Su lista de aportaciones a la institucionalización de la cultura en Puerto Rico, a la creación y preservación de un acervo cultural, a la gestión de un patrimonio y a la difusión de éste, así como su gesta política en pro de la defensa de los valores puertorriqueños en los que creía, es de una extensión que difícilmente otra figura supera. Es un gigante del siglo XX, y más allá de las valoraciones de las nuevas generaciones en torno a su gesta, dicha aseveración se impone. Así lo confirmaron diversos intelectuales consultados por El Nuevo Día, a la luz de su deceso.
"Siempre estaba en batalla. A nivel cultural es lo más grande que ha habido en Puerto Rico en el siglo XX. Se le deben muchísimas cosas. El le fue enseñando al País la importancia de proteger y conservar la historia, el comprendía todo el entramado financiero que era necesario para sostener un patrimonio cultural", expuso el periodista Héctor Feliciano, quien en los años 80 mientras vivía en París, trabajó mano a mano con Alegría, en lo que hoy es su sueño inconcluso: el que Puerto Rico fuese reconocido como un país con autonomía cultural en la UNESCO.
"Así como tenemos soberanía deportiva, necesitamos soberanía cultural. Que no se nos ignore y logremos afianzar esa identidad internacional", dijo Alegría en una entrevista publicada en este diario con motivo de su cumpleaños número 89.
"En su momento nadie estaba haciendo esa labor. Es bueno que se cuestione, pero sin restarle su valor porque sí existió un gran riesgo de perder parte de la historia, de la identidad. El aportó a darle esa seguridad al puertorriqueño de que estaba al mismo nivel de los demás. Nos salvó de olvidar que tenemos pasado", añadió.
Ese gran proyecto comenzó temprano y no estuvo exento de...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba