Sesenta años después
HÉCTOR JIMÉNEZ JUARBE
ABOGADO
Éramos adolescentes briosos que comenzábamos a tejer nuestro futuro en una escuela superior pública de gran prestigio, donde convergían estudiantes de todas las clases sociales. La diversidad no nos separaba; por el contrario, nos unía y era motor de aprendizaje.
Los años cincuenta eran de cambio. Puerto Rico, después de muchos años de miseria comenzaba a despegar económica y socialmente. Nuevos objetivos tomaban forma y nuevas metas se forjaban. El día de nuestra reciente reunión las caras de nuestros compañeros y compañeras reflejaban optimismo y alegría, a pesar de la incertidumbre que vivimos.
Repasemos lo que pasó en los años 50 mientras estudiábamos en la Central, a sabiendas de que no es lo único que pasó.
El programa de Fomento promovía industrias de salarios y condiciones de trabajo mejores. Puerto Rico dejó de ser la isla más pobre del hemisferio. Las oportunidades de empleo aumentaban así como las esperanzas de conseguir uno.
Ocurre la revolución nacionalista de octubre de 1950 y el ataque a la Casa Blair. En 1954 nacionalistas puertorriqueños atacan el Congreso de Estados Unidos.
Se crea el Estado Libre Asociado. Se piensa en un ELA que crezca y no deseche actitudes creadoras hacia nuevas formas de libertad política. Tempranamente en los sesenta ese sueño dejó de serlo con el rechazo al Proyecto Fernós-Murray por parte de Estados Unidos.
La guerra de Corea que causó la muerte de 723 soldados puertorriqueños, junto a la Guerra Fría nos robaban la tranquilidad.
El béisbol era el deporte rey. Santurce gana su primer campeonato nacional y nos trae el triunfo en tres Series del Caribe (1951, 1953 y 1955). La rivalidad entre Santurce y San Juan persistía y llegaba a extremos inolvidables.
La Avenida Ponce de León en Santurce era de dos direcciones, sin carril exclusivo. Los cines iban desde el Metropolitan, en la Parada 24, hasta el Lorraine en la 15, pasando por el Matienzo, Broadway, Nacional, Puerto Rico, Paramount, Metro y Ambassador, y los restaurantes El Nilo y El Chévere en la 22.
Se produce la aparición de la Virgen del Pozo en Sabana Grande.
Felipe Rodríguez y "La última copa" dominaban las velloneras. César Concepción, y sus plenas, junto a los mambos de Pérez Prado hacían moverse a la juventud.
La Universidad de Puerto Rico estaba en su plenitud de casa de estudios y de enseñanza superior.
La guagua de la hoy AMA, al igual que los refrescos carbonatados costaban al principio de la década 5...
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