Paraíso en la costa de Isabela

Royal ISabela

Por Nanny Torres

Allí se vive bien. Un servicio de primera que sientes tan pronto pisas la hospedería, con el cariño y cálida atención de los empleados, incluyendo su gerente general, Robin Donenberg, surafricano de nacimiento y puertorriqueño por adopción, amante de la bomba y del tambor caribeño.

Llegas y el lugar revela varios de sus atributos: vista preciosa, naturaleza viva, armonía entre lo urbano y lo natural. Lugar ideal para pasear, descansar y, por supuesto, jugar golf. Este hermoso paraje natural a lo largo de 426 acres y sobre acantilados que se elevan desde 150 hasta 350 pies sobre el nivel del mar, acoge un campo de golf de 18 hoyos más tres de práctica, una casa club y 20 residencias de lujos, denominadas casitas, diminutivo que nada tiene que ver con el lujo y confort de las estructuras. Cada una de estas casitas cuenta con su propia piscina y vista al mar. Y ni hablar de sus múltiples comodidades.

Una espaciosa sala, libros, estantes con figuras, y mobiliario de aromática madera te hacen sentir relajado. La habitación es una invitación al descanso. Decorada con un dejo de hacienda colonial y techos revestidos de madera que ofrecen una sensación de serenidad. Sencillez sofisticada.

Royal Isabela, reconocido recientemente por la revista de viajes Islands Magazine como el mejor resort de Puerto Rico, es el sueño hecho realidad de los hermanos Stanley y Charlie Pasarell, este último exaltado el pasado mes de julio al Salón de la Fama del Tenis Internacional.

Su misión de preservar el ambiente, queda manifiesta en la hospedería. En Royal Isabela se siente esa energía propia de la naturaleza. Una playa apartada del mundanal ruido...

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