Sorprendidos por la fuerza del agua y los vientos

Zonas urbanas bajo agua, autopistas que no se podían cruzar, torres de telecomunicaciones en el suelo y rescates de última hora de personas que se aferraron a los techos de sus viviendas fueron solo algunos de los efectos que tuvo el huracán María en la región norte del país, por donde el ciclón se despidió de Puerto Rico.

La fuerza de María tomó por sorpresa a varios puntos de la zona norte, que vieron como sus residencias y comunidades fueron golpeadas por un huracán que había sido levemente debilitado por las montañas de la zona central.

Comunidades que no estaban en terrenos clasificados como zonas inundables vieron como el agua entró a sus residencias. Cientos de personas en la urbanización Levittown, en Toa Baja, fueron desalojadas después del ciclón.

En total, 4,000 personas en Toa Baja fueron desalojadas y nueve murieron ahogados, según el alcalde Bernardo “Betito” Márquez.

Las zonas rurales de Bayamón, Guaynabo, Dorado, Vega Alta, Camuy, Lares y Toa Alta, entre otros, quedaron incomunicadas y con daños en las carreteras.

Asimismo, fuertes inundaciones se reportaron en la urbanización de Ocean Park y en el residencial Luis Lloréns Torres en San Juan.

En Arecibo, el río Grande de Arecibo y el caño Santiago se salieron de su cauce, lo que...

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