TEATRO DE GUERRA CONTRA LA DROGA

Por Ricardo Cortés Chico

rcortes@elnuevodia.com

No obstante, quedan numerosos flancos abiertos que todavía facilitan la entrada de la droga a Puerto Rico y su reenvío a las redes de narcotraficantes en el este de los Estados Unidos.

Y el panorama económico del Gobierno, con un déficit de $2,200 millones, no se ve muy alentador a la hora de allegar los recursos que se necesitan en esta iniciativa.

La meta principal del Escudo es obstaculizar la entrada de la droga lo suficiente como para que los carteles de la droga opten por rutas alternas para enviar los narcóticos ilegales a los Estados Unidos.

Se estima que el 92% de la droga que llega a la Isla tiene como destino final la costa este estadounidense.

Si se reduce el uso de Puerto Rico como ruta de la droga, en teoría, habría menos "material" para el consumo local y las guerras entre puntos, según explicó el gobernador Alejandro García Padilla.

"Antes la idea era crear una barrera única en las costas. Eso no funcionó. Lo que se busca ahora es crear varias fases de vigilancia, cada una con un énfasis distinto", dijo el superintendente de la Policía, Héctor Pesquera.

La mayor parte de los esfuerzos se concentran en la vigilancia marítima. Este énfasis se debe a que se estima que cerca del 95% de la droga entra por mar al país, explicó Pesquera.

Por el momento el Escudo Costero lo que ha hecho es poner al día con recursos militares las operaciones que antes ejecutaban las Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA) de la Policía y las agencias federales.

Desde el 2008, esta dependencia policiaca ha visto sus recursos diezmados con recortes presupuestarios que llevaron de $26 millones a $18 millones los fondos que reciben anualmente.

La precariedad en FURA llegó al punto que solo dos de los siete helicópteros estaban en funcionamiento, y de estos solo uno está dotado de un sistema de radar y visión nocturna.

También había aviones y embarcaciones varadas. De hecho, al menos una decena de botes tenían sus motores dañados y tuvieron que repararse o comprarse con una asignación de $240,000 hecha por el Gobierno casi a modo de emergencia.

La activación de la Guardia Nacional ha mitigado, en parte, esos ojos perdidos en las costas. Al menos dos helicópteros militares con cámaras de visión nocturna fueron integrados a la iniciativa. Se comenzó a usar uno de los aviones policiacos que hasta hace poco no tenía pilotos certificados y se encendió medio centenar de vehículos militares dotados con cámaras y...

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