Todavía estamos a tiempo

KARLA M. SANTANA ROSADO

n 25 AÑOS n SAN GERMÁN n MAESTRÍA EN LA UNIVERSIDAD INTERAMERICANA, CONCENTRACIÓN EN FINANZAS n MIEMBRO DEL SOCIETY HISPANIC OF MASTER BUSINESS ADMINISTRATION

La situación en el hogar se puede agravar cuando el jefe o la jefa familiar, o cualquier otro miembro dentro del núcleo queda desempleado y no consigue un empleo de inmediato.

En algunos casos esta situación puede desencadenar en otras de igual gravedad como la deserción escolar. Jóvenes de escuela intermedia y superior pueden sentirse presionados a abandonar los estudios cuando la situación económica en el hogar se agrava y la desesperanza y poca fe en su futuro invade sus mentes. La mayoría apuesta a un empleo digno, que cubra las necesidades básicas de ellos y sus familias, pero otros caen seducidos por las actividades delictivas, las cuales podrían resultar muy atractivas, ya que podrían realizarlas en sus comunidades y junto a personas conocidas o amistades. Estos desertores escolares presentan problema de disciplina, ya que en ocasiones, son hijos de padres que tampoco terminaron los estudios, de bajo nivel económico o que ya han enfrentado problemas con la justicia.

Lamentablemente hoy día no se ha eliminado las desigualdades en las...

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