En torno a un colapso

JOSÉ A. MORENO RIVERA

EXPRESIDENTE DEL COLEGIO DE ARQUITECTOS Y ARQUITECTOS PAISAJISTAS

El colapso en sí es una tragedia y nuestras oraciones se elevan en favor de los heridos. Pero tenemos el deber profesional de alertar a los gobernantes, especialmente a la Legislatura para que actúe. En primer lugar le compete a la Legislatura atender la imperiosa necesidad de actualizar el ordenamiento en lo que concierne a profesiones, servicios y oficios que inciden en la actividad de diseño y construcción de edificios. No compete a los delineantes asesorar o recomendar sobre la construcción. Haberlo hecho u ofrecer hacerlo puede constituir una violación a la Ley 173 de 1988 y una amenaza a la vida, la salud y la propiedad en contra del bienestar público en general.

Este caso también sirve de alarma para que el Gobierno despierte a la realidad de que poder ser constructor requiere de una más precisa regulación de modo que quien dirija la acción de construcción, alteración, expansión o remodelación de un edificio...

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