Se transforma la Navidad de los boricuas
Por Marga Parés Arroyo
Mpares@elnuevodia.com
"Quisiera Niño besarte y San José no me deja. Dice que te haré llorar; ¿verdad que aun así me dejas?" (Villancico yaucano, Amaury Veray Torregrosa).
Pero, ¿es la misma temporada de otrora? ¿Se conservan las mismas costumbres y prácticas del pasado? Aunque el folclor sigue siendo el mismo, expertos en historia y cultura puertorriqueña coinciden en que el consumismo desmedido, la criminalidad y hasta la dieta ha modificado el modo en que se celebran las fiestas de estas fechas.
"El cambio más importante tiene que ver con el significado. Ya es algo más comercializado que un evento importante en el calendario religioso", comentó el historiador Pedro Reina.
Según explicó, mientras en el pasado esta festividad marcaba un hito especial para compartir en familia e intercambiarse regalos modestos, hoy día las promociones publicitarias fomentan el consumo "y la gente se ve obligada a incurrir en gastos innecesarios por complacer los múltiples deseos de la familia".
"Antes era una festividad religiosa con un significado cultural compartido, una fiesta relacionada a los cristianos. Ya se ha convertido en una celebración para cristianos y no cristianos que denota la llegada del invierno", dijo el profesor invitado en la Universidad de Harvard.
Añps atrás, el inicio de la Navidad era el 8 de diciembre, cuando se celebra la Fiesta de la Inmaculada Concepción y los jíbaros bajaban del campo y la montaña hasta la Iglesia, acompañados de guitarras y otros instrumentos musicales cantando aguinaldos con estrofas principalmente de carácter religioso escritas en décimas, recordó el historiador Marcelino Canino.
Siguiendo la historia musical de la época, Canino evocó cómo los villancicos y los aguinaldos se integraron a las parrandas de casa en casa.
"Entonces, los 'pararrondas' o antiguos guardias civiles hacían guardias para evitar el contrabando en las Antillas. De las patrullas es que sale el término de trullas, con el mismo fin de las parrandas: ir de casa en casa a llevar música a cambio de recibir pequeños aguinaldos y demostrar el afecto que le tenían (a la persona)", explicó Canino, catedrático jubilado del Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico.
El historiador recordó cómo la víspera de Navidad (Nochebuena) se caracterizaba por ser "de bastante recogimiento", donde las personas permanecían en sus casas y sólo salían a la Iglesia para la celebración de la Misa de Gallo.
"Luego de...
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