La transparencia es clave para la nueva gobernanza

La opacidad le sirvió durante años a los gobiernos para descarrilar los bienes públicos hasta provocar la crisis fiscal actual. Llegado el momento de enderezar el rumbo, les corresponde a todos los organismos públicos y a la Junta de Supervisión Fiscal asumir y modelar la transparencia como tarea ineludible.

La transparencia es inherente a una sana administración pública. Uno de sus elementos principales es la publicación proactiva, oportuna y accesible de toda información necesaria para conocer y comprender las actuaciones del gobierno. También son elementos fundamentales, la apertura para que la ciudadanía participe en la toma de decisiones; y la rendición de cuentas a la gente sobre todas las gestiones del gobierno.

La transparencia previene la corrupción, maña que ha desprovisto al país de millones de dólares y de importantes servicios. El acceso a la información pública, esencial para la transparencia, es determinante para el desarrollo económico y social que urge. Tan importante es, que se le distingue como un derecho humano fundamental.

Según el Índice Global de Apertura de Datos de 2016, publicado por la entidad sin fines de lucro Open Knowledge, Puerto Rico ocupa la posición número 38 entre 94 países participantes. El resultado no es del todo halagüeño. Sus puntuaciones son bajas en renglones imprescindibles para una sana administración pública. Por ejemplo, incumple totalmente en el acceso a la información sobre gastos gubernamentales. Y tiene un 45 % de cumplimiento en áreas como presupuesto gubernamental y contrataciones.

Estas mediciones coinciden con señalamientos reiterados por sectores destacados de la ciudadanía. Hay lagunas relacionadas a asuntos vitales como es la deuda pública y el proceso para restructurarla, entre otras.

La Junta de Supervisión Fiscal tampoco está exenta de cuestionamientos relacionados. Entidades como la organización Espacios Abiertos han denunciado que dicho organismo incumple con la ley federal PROMESA, que lo crea, porque sus miembros no divulgan datos sobre sus finanzas personales que ayuden a despejar dudas sobre potenciales conflictos de interés.

Para encaminar una nueva gobernanza, que tenga credibilidad ante los contribuyentes y los mercados, es determinante que quienes rigen las finanzas del pueblo honren los principios de la transparencia y el derecho de la...

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