El valor de un Óscar

¿Cuál exactamente es el valor del Oscar? Durante las nueve décadas en que la Academia de Artes y Ciencias Audiovisuales ha entregado esa estatuilla dorada, la contestación a esa pregunta ha cambiado dependiendo del contexto que se le dé a la ceremonia más importante de la industria del cine.

Cuando el premio fue concebido y entregado por primera vez en 1929, la Academia utilizó 12 categorías para reconocer los mejores filmes de 1927 y 1928. En su primer contexto cultural, el galardón sirvió como un reconocimiento público de que el cine había llegado para quedarse. Un triunfo durante las primeras cuatro décadas de este premio implicaba que el artista reconocido había hecho una contribución a un medio de comunicación en masa que constantemente evoluciona, a nivel técnico y artístico.

Una vez el público fue invitado a observar esta ceremonia, que primero fue transmitida por radio en 1930 y en televisión en 1953, la estatuilla pasó a ser parte de la cultura popular, preservando la noción de reconocer lo mejor del séptimo arte y añadiendo el poder hipnótico del glamour del cine y de ver cómo todas las estrellas de cine se alineaban en un solo lugar para felicitarse por hacer un buen trabajo. Con el tiempo, esto en algunos momentos ha sido visto como un acto de vanidad; un concurso de popularidad de Hollywood que en ocasiones no va a la par con los gustos de las masas que consumen sus cintas.

herramienta de mercadeo

Sin embargo, la audiencia masiva amante de este ceremonia llevó a que el prestigio del premio se pudiera utilizar en una herramienta de mercadeo. Una nominación o un triunfo expande la cantidad de mercados en que un filme que no cuenta con algún tipo de gancho comercial pueda estrenar, por ende, ampliando la posibilidad de más remuneración en la taquilla. Uno de los productores modernos en entender el valor de esto fue Harvey Weinstein, quien durante los 90 y la primera década de este milenio transformó la forma en que un estudio trataba de capturar la atención de los miembros de la Academia para obtener votos y nominaciones.

De la misma forma en que el nombre de Weinstein carga con un sinnúmero de implicaciones, durante los últimos cuatro años el contexto con el que se mide la entrega de los Óscar ha cambiado radicalmente desde los 90. Quizás no sean muchos los que recuerden la forma en que actores como Richard Gere, Susan Sarandon y Tim Robbins fueron criticados por usar su espacio como presentadores para realizar planteamientos...

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