Vuelven a las calles tras el día más sangriento

BANGKOK.- Myanmar se levantó ayer de luto, un día después de la peor represión desde el golpe de Estado, aunque eso no impidió que muchos volvieran a salir a protestar contra los militares que tomaron el poder el pasado 1 de febrero.El recuento de muertos el sábado oscila entre los 90 y los 113 debido a los disparos de los soldados y la policía, que se ensañaron contra los manifestantes con una violencia indiscriminada en la que asesinaron al menos a seis menores de entre 10 y 16 años.El número de muertos total desde el golpe supera los 460 en un ambiente de terror en el que los uniformados disparan y torturan a civiles desarmados a diario.No obstante, los birmanos volvieron a protestar ayer, aunque en marchas menos multitudinarias que la víspera, en ciudades como Rangún, Monywa, Myinchan, Magway y Hapakant, situadas en diferentes regiones y estados del país, según informaron los medios locales y grupos de activistas en las redes sociales.En uno de los actos más macabros de la represión, los soldados dispararon anoche contra un hombre de 40 años en la localidad de Aungmyaythazan, en la región de Mandalay, y lo tiraron a unas barricadas en llamas, donde murió a causa del fuego, según indicaron testigos a Myanmar Now.Debido a los disparos de los soldados, ningún vecino pudo salir a socorrer a la víctima, Aye Ko, que estaba casado y tenía cuatro hijos.La junta militar ha cerrado...

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