Desgarradoras las denuncias de maltrato sin investigar

Por Ricardo Cortés Chico

rcortes@elnuevodia.com

Detrás de su aspecto hay mucho más. Golpes, abuso físico, mental, largas horas con hambre, porque en su casa no había qué comer. Sus padres gastan todo el dinero de la casa en drogas.

Esteban ha visto "puyándose", según el mismo niño le ha expresado a vecinos, que en al menos ocho ocasiones, entre junio y diciembre de 2012, denunciaron la situación al Departamento de la Familia (DF), sin que se investigara la situación.

El caso de Esteban estaba entre los 42,000 casos que a inicios de diciembre permanecían atrasados en la agencia. Unas 11,000 de estas denuncias fueron archivadas sin investigación alguna presuntamente por ordenes de la oficina de la exsecretaria Yanitsia Irizarry, quien ha negado haber dado la orden.

En el caso de Esteban, las querellas pintaban una situación desgarradora. Estaban llenas de detalles sórdidos. El niño no iba a la escuela. A su corta edad se la pasaba mendigando comida entre sus vecinos. Esto era cuando estaba solo en la casa. Cuando sus padres estaban con él, en ocasiones, era víctima de golpes e insultos.

Uno de los vecinos, en su referido, alegó que los padres del niño "robaban". A veces, cuando salían a cometer los delitos, se llevaban al pequeño.

Probablemente, se la pasaba fuera de su casa porque era muy poco lo que había allí, salvo por las cuatro paredes de estructura. No había electricidad ni servicio de agua potable. Tampoco tenía muebles, ni nevera ni estufa.

"El menor se pasa pidiendo comida a los vecinos, indicando que no ha comido", dice una de las ocho querellas.

Tras más de siete meses de atrasos, el menor fue removido recientemente de la custodia de sus padres. Otros miles, sin embargo, todavía esperan por la intervención del DF.

Ejemplo de esto es el caso de Liza (también nombre ficticio), una niña de 8 años que un fin de semana llegó a la casa de su padre con los brazos quemados.

El progenitor, al notar las heridas la llevó a un hospital en el área metropolitana. La versión que dio la niña era las quemaduras fueron porque se puso a cocinar en la casa de su madre. La versión, sin embargo, causo dudas en la pediatra que la atendía, quien terminó llamando a la línea de maltrato del DF.

Casi tres años han pasado desde esta denuncia y todavía el caso no ha sido investigado. No se sabe qué paso con la niña, ni si las quemaduras fueron accidentales o intencionadas.

"Esto es grave. Esto es un caso que claramente tenía que investigarse", expresó Larry...

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