Dos luceros en casa de los Delgado

Por Sara del Valle

sara.delvalle@gfrmedia.com

Pero eso no es todo. Ambos chicos padecen condiciones de salud delicadas que han provocado que los progenitores tengan que hacer ajustes familiares. Ian Alberto, de cinco años, fue diagnosticado con perlesía cerebral, hipotiroidismo, y el síndrome de Angelman. Asimismo, sufre de convulsiones. Por su parte, Krisalianys, de ocho meses, es paciente de síndrome Down y nació con un agujero en su corazón, condición conocida como defecto del canal atrioventricular o AV Canal.

"Nosotros somos bendecidos, yo no le cuestiono a Dios el porqué. Si él lo permitió (el que sus dos hijos nacieran con estas condiciones de salud), lo hizo por algo. Cada vez que yo los veo (a sus hijos), les brindo amor porque es lo que necesitan. Mucho amor", expuso con mucha ternura Guerrero cuando se le preguntó por sus chicos.

La mujer de 40 años, con mucha serenidad, contó los sacrificios que ha tenido que hacer junto a su familia para poder sacar hacia adelante a sus hijos. Lo hizo sin quejarse, más bien orgullosa de lo que ha logrado hasta el momento. El padre de los niños no estuvo presente, pues estaba trabajando.

Mientras Guerrero conversaba, Ian Alberto jugaba en el piso con su piano. De vez en cuando se volteaba a mirar a su mamá con una gran sonrisa que iluminaba la sala. Debido a sus condiciones de salud, el chico no camina ni habla, pero se hace entender con movimientos y gruñidos. Por su parte, la pequeña Krisalianys, que también tiene rezagos en su desarrollo, reposaba en una de las habitaciones.

"Yo tuve un embarazo normal", contó sobre el embarazo de Ian Alberto. "Antes del parto, jamás me dijeron que el nene tenía alguna complicación. Pero al momento del parto se enredó en el cordón umbilical y perdió oxígeno (durante las contracciones) por eso lo de la perlesía. Lo llevaron a intensivo inmediatamente y allí estuvo 16 días", añadió.

Cuando a Ian Alberto le dieron de alta, Guerrero se percató que su hijo estaba débil. "Si se iba a virar, se le quedaba encajada la mano. Yo me dije: 'Aquí pasa algo raro porque hay muchas cositas que no hace'. A los seis meses tenía problemas de rezago", dijo.

En ese momento, una oftalmóloga que atendió a Ian Alberto fue la que le dijo que su hijo podía tener el síndrome de Angelman, un...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR