Embajador autóctono

Por Damaris Hernández

dhernandez1@elnuevodia.com

Y no es que el bajista estuviese alejado de la música, al contrario, desde los 12 años se adentró en la música clásica. Su primer instrumento fue la batería. Luego exploró las cuerdas y se enamoró del bajo hasta el presente. Fue a raíz de su dominio en el bajo que entró al Conservatorio de Música de Puerto Rico y como él dice: "lo demás es historia...".

"No tenía conciencia de la música ni tenía definiciones musicales. Sí me gustaba (tocar), pero no fue hasta los 20 años que vino con la madurez esa identificación de lo que soy y esa identidad nacional que me revelaba de dónde era y hacia dónde ir en la vida. Fue algo simultáneo porque empecé a descubrir y profundizar en la música puertorriqueña. Nació ese deseo de aprender y dar a conocer nuestra música autóctona. Desde ahí el camino estaba definido como músico dentro de la música puertorriqueña", recordó el bajista que comenzó a devengar dinero desde los 15 años con su instrumento.

Núñez es el director y fundador de una de las agrupaciones de plena con mayor éxito en y fuera de Puerto Rico: Plena Libre. El grupo nació en 1994 y cuenta con más de 15 producciones discográficas que se han distinguido por la fusión musical y rítmica.

Pero antes de darle vida a Plena Libre, el bajista trabajó en lo que el nombra "el edificio musical" que en su caso fue de ayuda fundamental para desarrollar el grupo. Ese aprendizaje lo adquirió con el grupo experimental Moliendo Vidrio.

"Moliendo Vidrio fue un proyecto muy experimental. Grabamos varios números como cuatrista. Es una experiencia que comparo con terminar de construir y pintar el edificio para lo que vendría después. Trabajamos con Abelardo Díaz Alfaro y con Rafael Hernández. Te puedo decir que son los trabajos más importantes porque eran trabajos esceno-musicales. Fue una experiencia maravillosa trabajar además con Victoria Espinosa como directora... eso nada más era grandioso. Fueron proyectos que en el caso de Abelardo eran cuentos que se transformaron en canción", recordó el director musical sobre esa época de la década de 1970 en la que se abrió la puerta a la musicalización de poetas nacionales.

Con Moliendo Vidrio, Núñez realizó múltiples presentaciones en Puerto Rico y Estados Unidos, además de seis grabaciones discográficas. Entre estas se destacan El Josco, basado en la obra de Abelardo Díaz Alfaro, y Para siempre, del compositor Rafael Hernández.

Asimismo, ese proyecto y todo lo que...

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