Padres reclaman justicia

Por Aurora Rivera Arguinzoni

arivera@elnuevodia.com

Su esposa Myrna, madrastra de Jorge, se estremece cuando escucha la música favorita de aquel joven que conoció cuando él tenía 14 años, y que se convirtió en parte de su vida.

Incluso, esta mujer llora al recordar el respeto y el cariño con que su hijastro, quien al morir tenía 23 años, la trató hasta el día que fue asesinado el 29 de marzo de 2008.

"Era un muchacho bien bueno, un muchacho sano, que no se metía con nadie, cariñoso. Me pedía hasta la bendición, imagínate", afirmó la mujer.

La pareja, que solicitó que no se usaran sus verdaderos nombres por motivos de seguridad, optó por romper el silencio y hacer un reclamo de justicia para su ser querido, pues cinco años después de su muerte, su victimario, Luis Gabriel Ayala García, alias "Gaby Quemao", todavía anda suelto.

Ayala García, de 24 años y residente de la urbanización Sierra Bayamón, fue acusado de asesinato en primer grado y Ley de Armas por quitarle la vida a Adorno Arroyo durante una actividad de una clase graduanda efectuada en Vega Alta.

Los terribles hechos ocurrieron en la tarde de aquel 29 de marzo. Adorno Arroyo, quien tenía pareja, una pequeña hija y otra por nacer, decidió ir a un baile de recaudación de fondos para la clase graduanda de cuarto año de su hermano menor en el local conocido como El Rancho, en Vega Alta.

"No se suponía que hubiera bebidas en esa actividad (por ser de la escuela) y había. ¡Y había guardias municipales!", recalcó Carmelo al apuntar la primera de múltiples irregularidades.

Supuestamente, durante el evento se suscitó un leve altercado con un grupo de jóvenes de Bayamón que también llegaron a la actividad. Varios de ellos entramparon a Adorno Arroyo al salir del local y lo agredieron a golpes y a cuchilladas.

Según la denuncia policíaca, Ayala García, que para aquel entonces tenía 19 años, fue quien apuñaló a Adorno Arroyo en múltiples ocasiones en el área del abdomen, cuello y otras partes del cuerpo. Ante el brutal ataque, la víctima salió corriendo para escapar por una empinada cuesta, pero cayó de bruces a un matorral aledaño, donde quedó inconsciente antes de morir. A la mañana siguiente, familiares de Adorno Arroyo fueron al lugar a buscarlo. Allí, en los predios del local, vieron su auto, cerrado.

Al llamarlo a su celular, escucharon el aparato sonar a lo lejos y fue así como encontraron su cuerpo oculto entre la maleza. Por este suceso, Ayala García fue detenido y fichado en enero...

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