Opulenta y provincial

Por Wanda Mártir

Esta capital vive orientada hacia la calle, pero su brújula apunta hacia sus jardines cerveceros, a sus parques y hacia su moderno templo del fútbol. Los campanarios de sus iglesias compiten al deslumbrar con las vitrinas de sus lujosas tiendas mientras el carácter bávaro hedonista y alegre se deja sentir en la exploración desde las terrazas de sus cafés o en el trajín diario de sus mercados.

Quien visita a Munich debe saber que esta ciudad tiene una personalidad propia acentuada por su dialecto bávaro y una ética cultural que premia el trabajo con el disfrute. Esta mentalidad se vive cada septiembre en su Oktoberfest pero se atestigua a diario en su English Garten, uno de los parques citadinos más grandes del mundo. Enmarcado por una vegetación deslumbrante los muniquenses disfrutan aquí con soltura mediterránea lo mismo de su tiempo libre que de una reunión de trabajo en alguno de sus cuatro jardines cerveceros o Biergartens.

Como capital del desaparecido reino bávaro gobernado por la dinastía Wittelsbach durante más de siete siglos, Munich se ha afanado desde temprano por mostrarse superlativa frente al resto del país. Si Berlín atrae con su fama vanguardista de ciudad pobre pero sexy, Munich cautiva con su mezcla de opulencia y provincialismo. Aquí las princesas de Dubai visitan las boutiques de lujo sin prestarle atención a los tradicionales crucifijos católicos que aún se dejan ver en las calles o que por ley cuelgan en los edificios públicos.

Huérfana de príncipes pero no de riquezas hoy Munich invita no sólo a contemplarla sino a comprenderla y la exploración debe comenzar en su centro histórico alrededor de la Marienplatz. Por aquí transcurren las arterias principales de la ciudad a la sombra de las cúpulas acebolladas de la Frauenkirche la catedral católica y de las torres de su alcaldía nueva o Neues Rathaus. Asegúrate de estar a las once o a las doce de la tarde en la plaza recostado de su Fuente del Pez (Fischbrunnen) o con un cappucino en la terraza del Café Glockenspiel del cuadrado para escuchar el pintoresco carillón o (Glockenspiel) con sus artesanales figuras tocando y bailando alguno de sus seis valses desde la torre de la alcaldía.

Desde aquí el centro turístico se extiende en tres direcciones principales hacia las puertas de la Karlstor, de la Isartor o hacia la plaza Odeonsplatz.

En Karlstor encontrarás más de un kilómetro peatonal de comercios de todo tipo. Sus compras estarán acompasadas por las...

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