La reconciliación nacional

ANDRÉS CANDELARIO

ESCRITOR

Un factor positivo que se suma a las circunstancias anteriores es el surgimiento de una incipiente sociedad civil: grupos pro derechos humanos, organizaciones de disidentes y opositores políticos, periodistas independientes, agrupaciones gremiales y profesionales, todas ilegales según la Constitución. Después de los intentos frustrados de los 60 por derrotar la tiranía mediante las armas, actualmente, la gran mayoría de las organizaciones de opositores políticos, han rechazado la violencia como medio de lucha contra la dictadura y han comenzado a tomar las calles para expresar sus demandas a viva voz en medio de represiones y encarcelamientos.

Descartada la violencia como estrategia de lucha para desmontar la dictadura e implantar la democracia en el país, la reconciliación nacional se convierte en un escenario indispensable.

Pero, ¿será posible una verdadera reconciliación nacional después de medio siglo de violaciones crasas a los más elementales derechos humanos? El "Archivo Cuba", una prestigiosa institución dirigida por la investigadora María Werlau, ha documentado, hasta diciembre de 2008, 8,237 víctimas mortales del castrismo, a saber: 5,782 fusilamientos, asesinatos y desapariciones, 515 muertes en prisión por negligencia médica, suicidios y accidentes, más los 13 prisioneros políticos dejados morir en huelga de hambre, como son los casos más recientes de Orlando Zapata Tamayo en febrero de 2010 y Wilman Villar Mendoza en enero de este año.

Los muertos por intento de salidas se calculan en unos 77,000 y los más de 2 millones de exilados, el éxodo político más grande en la historia de América Latina.

A este doloroso panorama humano, hay que añadir los miles de opositores que a lo largo de estas cinco décadas han purgado largos años en cautiverio, en condiciones infrahumanas, sólo por disentir del oficialismo. A esta herencia de maltratos y sufrimientos hay que sumar el odio de clase sistemáticamente sembrado y cultivado desde la escuela y una política cultural que ha censurado el pensamiento y aherrojado la creatividad con aquel dictamen lanzado por Castro a los intelectuales en el 1961: "Dentro de la revolución todo, fuera de la revolución nada".

¿Habrá espacio todavía para una verdadera reconciliación en el pueblo cubano después de unas experiencias tan dolorosas y devastadoras? Entre varios ejemplos de reconciliación nacional ocurridos en Europa, África, América Latina y el Caribe, España nos ofrece un...

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