Testimonio hace llorar a Jiménez Benceví

Por Mariana Cobián

mariana.cobian@gfrmedia.com

María Benceví Berríos es la segunda hermana de Xavier que declara en esta fase del juicio en el Tribunal Federal. La mujer relató ayer que los 15 hermanos fueron maltratados por su padre, pero que a Xavier, encontrado culpable por el asesinato de la informante federal Delia Sánchez Sánchez, le pegaban más por llorar mucho y ser más pequeño físicamente.

"Xavier lloraba mucho cuando pequeño. Siempre fue una persona delgada, y para mí que lloraba mucho porque no se alimentaba bien. Siendo una persona como era de pequeño y muy tímida, mi padre decía que no quería niñas ni niños llorones. Yo sentía para ese tiempo que mi pai no quería a mi hermano", relató María a preguntas del abogado John Martin en la sala del juez federal José A. Fusté.

La testigo -quien es hermana de padre y madre del convicto, pero explicó que tiene los apellidos de su madre porque su padre no la inscribió en el Registro Demográfico- manifestó que la niñez de ella y sus hermanos "no fue vida, eso fue maltrato lo que vivimos".

Benceví Berríos destacó que su padre, Raymond Jiménez, se ponía violento cuando abusaba del alcohol y usaba drogas.

"Era otra persona y se imaginaba cosas que no había, como que había otra gente en la casa, y nos atacaba a nosotros corriéndonos con un machete o un cuchillo", expresó.

Recordó que una noche, a ella y a su hermana Brenda les dio sed, y fueron a la cocina. Dijo que, cuando prendieron la luz, "mi papá estaba eñangota'o con un machete en la mano".

"Al vernos, apagó las bombillas y nos corrió. Tuvimos que correr a ciegas, todo estaba oscuro. Si no llegamos a correr, no sé si estaría aquí o mi hermana Brenda. Estaba bajo los efectos de las drogas. Corrimos por las escaleras y le pegó a dar cantazos a las escaleras con el machete. Se quedaron las marcas en los escalones", relató la mujer de 33 años de edad, cinco más que Xavier.

Benceví Berríos agregó que cuando su madre estaba embarazada de sus hermanos gemelos, "mi pai le tiró la comida y le reventó el plato" y que a su hermana mayor, quien tiene retardación mental, también le daba "puños, palos y bofetás".

"Él nos daba con varitas de palitos de china, con correas, con palos, con las manos, y nos tiraba zapatos también. Las manos de mi padre son unas manos grandes y pesás. Cuando nos daba puños o bofetás, se sentían como piedra", recordó.

La mujer indicó que su hermano comenzó a meterse en problemas cuando se mudaron del residencial Brisas de...

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