Una travesía exótica, interesante y... fría
Círculo Polar
. Primer puerto: Bergen, Noruega. Un puerto pesquero entre el mar, sus islas y sus montañas. Fundada en 1066 fue la primera ciudad de Noruega hasta 1830. La entrada al puerto es preciosa, me recuerda en algo a la entrada a Curaçao. Estábamos en cubierta y cientos de gaviota anunciaban la cercanía de la ciudad.
Aquí tomamos un tour del barco que en cuatro horas nos llevó a las atracciones principales: la casa del compositor Edvard Grieg, la Iglesia Fantoft, construida en el año 1150, los antiguos almacenes de Bryggen, declarados patrimonio mundial de la humanidad por la Unesco, y el mercado.
Almorzamos en el "Fish Market", en medio de la plaza, rodeados de locales -todos transparentes de ojos azules- quienes nos ayudaron a elegir del amplio menu. Nos decidimos por unas deliciosas muelas de cangrejo sacadas del mar ese día y por supuesto del tradicional "fish and chip" que no es más que un delicioso y fresquísimo bacalao empanado acompañado de una "manifestación de papas fritas".
Ah y cerveza local. Un chico de Barcelona, Carlos, fue nuestro mesero y traductor y predijo que la pasaríamos "fenomenal", pues dicho y hecho.
Hay un funicular que te lleva a Floein Mountain para disfrutar de la vista, pero preferimos deambular por la ciudad. Para nuestra sorpresa, al emprender la caminata de regreso, nos sorprende ver el barco amarrado en el canal principal engalanando la ciudad. Espectacular.
. Segundo puerto: Geiranger, Noruega. En ruta al puerto se navega dentro de un fiordo y se ve la famosa caída "Las siete hermanas". Precioso. Aquí tomamos nuevamente un tour que nos llevó a un área de observación en lo alto de una montaña. Lo que desde allí se ve, podría ser uno de los panoramas más hermosos del planeta. El pueblo es mínimo, pero hermoso. Se asienta en el borde de un fiordo, lo rodean montañas que en invierno se visten con 15 a 20 pies de nieve. Qué bello, ¿verdad?
Pero con el blanco de la nieve llega el negro de la noche. Sí, en invierno hay cuatro meses en que no sale el sol. ¡Cada uno de sus 260 habitantes saben exactamente el día y la hora en que el sol tocará su casa! Eso aún me tiene en "shock". Nuestra guía era habitante de verano, pero el conductor contaba orgulloso que tendría sol en su casa el 5 de marzo próximo a las 11:00 de la mañana. Difícil de asimilar para quien como yo, sólo ha vivido en tierras de puro sol.
Al día siguiente, comenzó la navegación por el Mar del Norte. ¿Temperatura del aire? Entre 8 y 10 grados...
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