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Con el paso de Irma por nuestra isla, la energía eléctrica se afectó, causando ansiedad y desespero entre algunos ciudadanos. En algunos de estos imperó el yo quiero, y comenzaron a comprar con premura plantas eléctricas, sin pensar en las consecuencias.

En nuestro vecindario estas inundaron nuestra atmosfera, fuente de nuestro oxígeno, de gases tóxicos y de monóxido de carbono.

Durante noches se inundó nuestra casa y nuestros dormitorios de esos gases tóxicos. EI martes 12 de septiembre fue nuestro asombro y preocupación porque al asomarnos al amanecer por la ventana vimos que había una nube de ese tóxico arropando la calle.

Luego, la respuesta de nuestra visita a algunos vecinos fue molestia alejada de empatía.

Recientemente, la prensa escrita y los medios digitales publicaron información sobre los peligros que pueden causar los gases tóxicos que emiten estas plantas. Conocimos la tragedia de muerte de una familia que se intoxico y falleció en la Florida, y de...

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