20 aniversario de una lucha comunitaria

La mañana en que varias máquinas pesadas aparecieron en las laderas de aquellas montañas que los cialeños y jayuyanos casi veneraban por su frondosidad forestal, y que por generaciones han llamado Los Tres Picachos, casi hubo una revuelta en la zona.Unos jóvenes enamorados de la naturaleza, y que se autodenominaron como "Los guardianes de la montaña", optaron por llevar la denuncia a los oídos de un periodista de El Nuevo Día que, de un tirón, se trasladó a la zona, subió a la montaña acompañado de estos "superhéroes" y vio la maquinaria que ya comenzaba a abrir un trecho en ruta a la cima de la montaña.La historia publicó y generó controversia. Meses más tarde, ese esfuerzo comenzó a dar frutos. De hecho, en 1999, el gobernador de turno accedió a declarar la zona como una reserva, mediante una orden ejecutiva.No fue el resultado de una iniciativa gubernamental encabezada por las agencias llamadas a proteger los recursos naturales vitales. Fue la consecuencia del esfuerzo comunitario, de la gesta de gente común que se une con un propósito, en este caso, proteger la montaña donde nace el agua de la zona, los picos que dan sombra y hábitat a especies endémicas y la casa de árboles centenarios.Han pasado 20 años de aquel movimiento comunitario; y 19 desde que el exgobernador Pedro Rosselló designó Los Tres Picachos como bosque estatal mediante la orden ejecutiva OE-199-10 del 16 de febrero de 1999.Uno de esos "guardianes de la montaña", Leopoldo Miranda, fue designado esta semana como director regional de la zona más grande del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre. Pero hubo otros nombres, como el de Juan Vicens, Tony Marín, entre otros vecinos de la zona...

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