Él

Norma Borges

Esta semana lo vimos en el Show de Oprah, en el marco de la entrevista que otorgó a propósito del lanzamiento de su libro "Yo", y pensé: "Finalmente se decidió". Ciertamente esta vez el conflicto era mucho más complicado. Y su atractivo personal, el físico y el espiritual, incrementó con los años. De más está comentar que sigo prendada.

Su proyección en Oprah estuvo de show. Seguro, sabio y convincente. ¿Se habría aprendido un libreto? Sus respuestas caían como pétalos en una alfombra. Delicadas, hermosas. Esa forma de fruncir el ceño, caray. "Quiero también un muslito de pollo", recuerdo que pidió como complemento en el mentado bufé.

"No soy bisexual. Soy un hombre gay", declaró. ¡Ay Dios!, Aquí se murieron las que quedaban en negación, pensé. Más claro no canta un gallo. Adiós a la fantasía de varón. Nace el nuevo hombre, padre y madre, liberado y feliz. Ahora, tendremos que mirarlo con otros ojos, menos lujuriosos, más comprensivos, alegrándonos de su plenitud.

No ha sido, ni será la primera vez que nos interrumpan una "fantasía". Todavía hay quien lamenta...

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