Sentencia de Tribunal Supremo de Justicia - 23 D.P.R. 790
Emisor | Tribunal Supremo |
DPR | 23 D.P.R. 790 |
23 D.P.R. 790 (1916) MONROIG V. CÃ"RDOVA ET AL.
EN EL TRIBUNAL SUPREMO DE PUERTO RICO
Monroig, Demandante y Apelante, v. Córdova et al., Demandados y Apelados.
Apelación procedente de la Corte de Distrito de San Juan, Sección 1 a., en
causa sobre tercerÃa de bienes inmuebles.
No. 1358.-Resuelto en mayo 2, 1916.
Los hechos están expresados en la opinión.
Abogado de la apelante: Sr. Frank Antonsanti.
Abogado de los apelados: Sr. Antonio Trujillo Gáil.
El Juez Asociado Sr. del Toro, emitió la opinión del tribunal.
El presente es un pleito sobre tercerÃa de bienes inmuebles. Josefa O.
viuda de Monroig, entabló una demanda en la Corte de Distrito de San Juan
alegando, en resumen, que en cierto pleito seguido por Ramón Córdova contra
Ramón Solla, en cobro de pesos, el demandante Córdova habÃa embargado como
de la propiedad del demandado Solla cierta finca rústica de siete cuerdas
que pertenecÃa a la tercerista viuda de Monroig, por haberla ésta adquirido
en la ejecución de dos hipotecas que gravaban dos fincas del indicado Solla
parte de las cuales era la embargada por el expresado Córdova.
Uno de los demandados dentro de este pleito de tercerÃa, Ramón Córdova,
contestó la demanda, alegando, en resumen, que la finca por él embargada era
distinta de las ejecutadas por la demandante. Y asÃ
quedó trabada la
contienda en este pleito que fué resuelto, una vez practicadas las pruebas,
en contra de la demandante. La dicha demandante estableció entonces el
presente recurso de apelación.
La prueba de la demandante consistió en la escritura de la venta judicial
que hizo a su favor el márshal de la Corte de Distrito de San Juan, en la
declaración de los testigos Dionisio Bausó, Antonio Monroig, Plácido Ripoll
y Frank Antonsanti y en un plano.
Por la escritura se viene en conocimiento de que Ramón Solla era dueño por
tÃtulo de herencia de dos fincas rústicas que se describen asÃ:
"Primera: Terreno de altura con una cabida de veinte y cuatro cuerdas,
equivalentes a nueve hectáreas, cuarenta y tres áreas, veinte y nueve
centiáreas y treinta y seis centésimos, en el barrio de Hato Tejas, del
término municipal de Bayamón, lindando con fincas por el norte, de Antonio
Monroig, hoy de su sucesión; por el sur, de Eulogio Rivera, hoy de su
sucesión; por el este, de Ramón A. Solla y de Antonio Monroig, hoy su
sucesión, y por el oeste, de Eulogio Rivera, antes, hoy de la sucesión de
Antonio Monroig.
Segunda: Terreno con una cabida de nueve cuerdas, equivalentes a tres
hectáreas, cincuenta y tres áreas, y setenta y tres centiáreas, en el barrio
de Hato Tejas, del término municipal de Bayamón, y lindando con fincas, por
el norte y el este, de Antonio Monroig, hoy de su sucesión; por el sur, de
Eulogio Rivera, hoy de su sucesión, y por el oeste de la Sucesión Solla.
También se consigna en la escritura que Solla hipotecó
las fincas descritas
a favor de Don Pedro Fernández Umpierre, que éste vendió
las hipotecas a la
demandante y apelante, y que no habiendo Solla satisfecho a su debido tiempo
la deuda garantida, la demandante y apelante ejecutó las hipotecas y
habiéndose anunciado la venta de las fincas hipotecadas en pública subasta,
la repetida demandante y apelante las adquirió por cierta suma de dinero que
se abonó a su crédito.
El testigo Bausó, dijo que era agrimensor y empleado de la Central Juanita,
perteneciente a la Sucesión Monroig; que recibió orden de su jefe de
practicar la mensura de unas fincas de Ramón Solla y que cumplió en efecto
dicha orden. Su declaración ocupa cinco páginas en maquinilla y toda ella
tiende a demostrar que Solla le indicó las colindancias y le habló siempre
solamente de dos fincas. La mensura dió por resultado que la finca de nueve
cuerdas las tenÃa en efecto y que la finca de veinte y cuatro se componÃa de
treinta y una.
Declarando el testigo, se introdujo como prueba el plano levantado por el
mismo. En él aparece deslindada una extensión de terreno que comprende
cuarenta cuerdas dividida en dos porciones--una de nueve y otra de treinta y
una. Figura una casa.
El testigo Monroig declaró amplia y detalladamente con respecto a cierta
transacción que tuvo concertada con Solla sobre la compra de sus tierras
colindantes con la Central Juanita; que mandó medir dichas tierras; que
siempre entendió que se trataba de dos fincas; que sabÃa que las fincas
estaban gravadas y que en la transacción se habÃa tomado en cuenta tal hecho
encargándose el comprador del pago del gravamen y entregando al vendedor,
además, cierta suma de...
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