Trampacracia

Rafael Acevedo

Este país es una trampa. La forma en la que se legitima una relación política colonial es ridícula. Sin embargo, la promesa de sacarle provecho al entuerto es más fuerte que la sensación de hacer el papel de bufón. Aparecen mediocres comentadores de acertijos. Magos que nunca podrán sacar un conejo de la paradoja que usan de sombrero.

¿No es trampa decir que los índices del crimen han bajado a pesar del aumento en el número de asesinatos? ¿Acaso añadir por decreto el número de los que hacen la ley (el número de jueces) no es un claro indicio de que lo que viene es truco? ¿No será mala maña legalizar el decreto de emergencias ambientales para armar un tubo de enriquecimiento súbito para los amigos y ahorro de un centavo para el resto de nosotros?

También hay trampa en los asesores económicos, expertos en numerología. Y la numerología es a la economía, lo que la astrología es a la...

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