Angustiosos procesos judiciales

Por Miguel Díaz Román

mdiaz2@elnuevodia.com

Sus padres recibieron un poco de consuelo, meses después, cuando la fiscalía de San Juan acusó de asesinato a los dos jóvenes que ultimaron a su hijo. El proceso parecía sencillo, pues había diez testigos presenciales, pero poco a poco esa percepción se desvaneció por las numerosas suspensiones que extendieron el caso por tres años.

Tras las constantes suspensiones, la mamá de Miguel, Iraída Pérez, desistió de asistir al juicio. "Las suspensiones nunca fueron porque los testigos faltaron, siempre fue porque faltaban documentos y cosas así... Para mí no hubo justicia porque todo fue a favor de la defensa, todas las posposiciones fueron aprobadas por la fiscalía y por la jueza. Yo no tengo ninguna confianza en el sistema de justicia de Puerto Rico", dijo Miguel Ayala, padre de la víctima.

Finalmente, en septiembre del 2010, la jueza Nerisvel Durán Guzmán absolvió a uno de los acusados y al otro lo encontró culpable de asesinato en segundo grado y le fijó una sentencia en probatoria de cuatro años. Pero la experiencia más traumática para estos padres fue estar muy cerca de los asesinos de su hijo durante los tres años que duró el proceso.

La experiencia vivida por este matrimonio no es un evento asilado. Es el diario vivir en los tribunales del País, donde continuamente se suspenden los juicios, tanto en el área criminal como en la civil, provocando repercusiones emocionales y económicas en las víctimas y los acusados.

"El proceso judicial en los casos criminales revictimiza a las víctimas. Los abogados de la defensa piden y piden posposiciones y los fiscales y los jueces se allanan a esos pedidos sin cuestionar nada, alargando la agonía de las víctimas y de sus familiares", sostuvo Mayra Rivera, directora de la Alianza Laura Aponte por la Paz Social (Alapás).

Rivera indicó que Alapás orienta a las víctimas para que ajusten sus expectativas de justicia rápida y se preparen para las numerosas suspensiones judiciales. "Las posposiciones operan a favor del acusado porque los testigos se cansan", agregó Rivera.

Por su parte, el licenciado Raúl González, portavoz de la Asociación de Víctimas de Impericia Médica Hospitalaria, indicó que en los casos civiles las posposiciones operan en contra de los demandantes porque mientras tarde se atienda el reclamo "más dinero le cuesta la demanda".

Indicó que el gasto de una demanda puede ascender a decenas de miles de dólares y que las posposiciones aumentan esos...

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