Los parámetros para los bonos

ROBERT ÁLEX FLEMING

ABOGADO

Pocas personas objetan que un jefe de agencia reciba bonificaciones si su desempeño mejora considerablemente el servicio público. Lo que causa malestar en la AEE es que no vemos congruencia entre las bonificaciones pagadas y los resultados obtenidos.

Las empresas las corren personas y se premia a aquéllas cuyo esfuerzo discrecional redunda en beneficio para la organización. Cuando la compensación no distingue este compromiso, se estimula la mediocridad y el conformismo.

El problema surge cuando los premios se basan en metas ambiguas, erradas o las métricas para medirlas no son efectivas. Además se presupone que estas metas respondan a unos objetivos amplios que beneficien a todas las personas interesadas.

En una corporación pública como la AEE los objetivos tienen que beneficiar a los abonados y las metas que se establezcan deben estar alineadas a un fin público. Sin objetivos claros no puede haber metas efectivas y sin estas no hay manera de que la bonificación tenga sentido alguno.

Si el director ejecutivo en efecto cumplió con sus metas, entonces el problema no yace necesaria o exclusivamente en el ejecutivo pues aparentemente él rindió el trabajo que se le requirió. Es la Junta de Gobierno de la AEE quien tiene la responsabilidad de establecer los objetivos estratégicos, metas y...

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