'Soy más escritor que otra cosa...'

Por Mario Alegre Barrios

malegre@elnuevodia.com

Cónsul de España en Puerto Rico desde hace un año, don Eduardo nació con la palabra como una de sus vocaciones fundamentales, rasgo que el tiempo ha depurado hasta convertirlo no solo en un caudaloso conversador, sino también en autor de cerca de una docena de libros, fundamentalmente de relatos y novelas históricas, como parte de un quehacer asentado en su acendrada devoción por la difusión de la cultura.

Con una larga trayectoria diplomática en la que ha sido embajador en Noruega y Namibia, así como cónsul en varios países, don Eduardo ha alimentado sus escritos con las vivencias de ese peregrinar por el mundo, para apuntalar una obra que -premiada en varias ocasiones- es una suerte de fresco literario que nos abre un pasaje a las entrañas de diversos países.

¿Escritor o diplomático? No responde de inmediato. La respuesta llegará después; después de todo, apenas nos conocemos.

¿Cómo descubre su vocación literaria?

Creo que empecé a escribir cuentos antes de saber escribir, sin saber a ciencia cierta la razón, solo porque me gustaba contar. Mi padre, un eminente jurista y abogado, cuando vio que yo tenía esas aficiones, me dijo que primero estudiara derecho. A la larga creo que fue un consejo sabio, porque eso me ayudó a comenzar una carrera diplomática que me ha llevado a conocer el mundo y a nutrir mi obra.

¿Qué libro lo definió en aquel entonces?

Más que un libro, fue un autor: Mark Twain. Yo vivía en una España franquista en la que no era tan fácil conseguir libros. Tom Sawyer, Las Aventuras de Huckleberry Finn... me los sabía de memoria. No obstante, ya más de joven, el escritor que más me marcó es Unamuno... su sentimiento trágico de la vida. Unamuno fue sin duda un descubrimiento cuyas influencias aún están conmigo.

Dicen que una de las ambiciones de todo escritor es parecerse cada día más a lo que escribe... ¿qué tanto se parece usted a lo que escribe?

Unamuno decía que nadie saca de sí mismo lo que no tiene. Todos tenemos dentro los siete pecados capitales y sus virtudes opuestas. Sacamos lo que está determinado por nuestros valores, por nuestra formación. He escrito una decena de libros y varios de ellos tienen poco o mucho de autobiográficos, así que me parece indudable que nos parecemos de alguna manera.

Su quehacer diplomático está muy vinculado también al mundo cultural...

Sí, ahora mismo estoy muy metido con el tema de la Constitución de Cádiz, que nace en el momento en el que...

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