Libera tu ira
Por Ileana Delgado Castro
idelgado@elnuevodia.com
"Solo te tienes que imaginar que cada vez que le das a la bola con la raqueta, te desquitas de la persona o la situación que provocó la ira", afirma la ejecutiva.
La realidad es que no está muy lejos de la verdad. El ejercicio físico fuerte, la yoga o la visualización de imágenes positivas pueden ayudar a transformar esa emoción negativa.
"A eso se le llama canalización. Puedes gritar o dar un puño en la pared pero, al final, todo se reduce al autocontrol. Pero más allá de eso, puedes canalizar el enojo con ejercicios, corriendo, haciendo yoga, generando imágenes positivas y hasta contando hasta cien", dice el psicólogo clínico y organizacional Carlos Andújar, catedrático de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Arecibo.
Algunos expertos en conducta humana también plantean que el coraje se puede utilizar para moverte y transformarte de forma positiva. El problema surge cuando no se maneja adecuadamente o te lo "tragas", lo que eventualmente va a provocar que explotes.
Ciertamente, parece que vale la pena "sudar y botar" esos sentimientos de coraje a través del ejercicio. Más que nada, porque se trata de una emoción que puede ser muy dañina, física, mental y socialmente. Así, a la vez que te ejercitas y haces algo beneficioso para tu salud, conviertes una emoción negativa en algo positivo.
"Cuando te enojas, esa adrenalina se va acumulando y llega un momento en que vas a explotar. Pero cuando haces ejercicio aeróbico y cardiovascular, la puedes liberar", afirma la entrenadora personal certificada Jackie Rodríguez.
Precisamente, la entrenadora acepta que cuando está molesta da una clase de aeróbicos porque así "boto" el enojo con el ejercicio. Según explicó, mientras una persona se ejercita, por lo regular, las pulsaciones por minuto (frecuencia cardiaca o número de latidos cardiacos por minuto) suben entre 122 y 158. Mientras que a una persona enojada le puede subir hasta 175 pulsaciones por minuto.
De hecho, cuando hay enojo o coraje, hay una respuesta psicológica y física de tensión, lo cual genera estrés y muchas veces también va acompañado de ansiedad, advierte Andújar. Y eso afecta los músculos y estimula el sistema límbico del cerebro, un grupo de estructuras que dirigen las emociones y el comportamiento.
"Como se estimula el sistema límbico, donde se generan las emociones del ser humano, se afecta la capacidad de razonar y de auto control", agrega Andújar, tras destacar que la...
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