MONSIEUR CHAZE

Por Tatiana Pérez Rivera.tperez@elnuevodia.com

FOTO Ramón "Tonito" Zayas

No es una recaída -aunque por un período de casi ocho años en la década pasada no tocó una lata de spray- es un asunto de mantenerse fiel al deseo de expresarse. ¿Y sabes qué? Esa necesidad oscila entre la pared y el canvas, entre la producción de hip hop o de música electrónica y llega al diseño gráfico.

El canvas lo trajo a Puerto Rico invitado por Obra Galería Alegría, en el Viejo San Juan, para participar de la colectiva "Wanted", que reúne artistas del grafiti quienes intervinieron lienzos con aerosol.

La calle entró a la galería. Allí estaba Chaze.

"Para mí el origen de todo es el vandalismo, antes que el arte, antes que todo", señala en un inglés que delata su nacionalidad francesa el grafitero que hace diez años reside en Nueva York. "Empecé en las estaciones del tren, en la calle. Todo era ilegal".

Lo más importante no era ser el más rápido, sino "tener un espacio por donde la gente pase".

"¿Sabes qué? Las personas comunes no ven el grafiti, quizá si es algo grande. Solo la gente que sabe de grafiti lo va a ver bien, así que yo lo hago para ellos, porque quiero que mi nombre esté ahí afuera. No me importa que otra gente lo vea", subraya Chaze, de 39 años.

Pero esa otra gente vio su trabajo en la galería. La noche de apertura estuvo abarrotada de público.

"Amo el canvas, porque es una manera diferente de expresarte, tienes tiempo, no es como estar en la calle. Creo que cuando te pones viejo ya no quieres ser perseguido por la policía ni ir a la cárcel. Para mí esto es evolucionar, de ser vandalismo en las calles lo llevas a una galería, a un museo. Pero las superficies importantes son las ilegales. Pintar autorizado es aburrido", indica resignado.

Estaba aburrido en el 1987. La escuela no ofrecía motivación, pero un libro le demostró otro mundo: el del grafiti en los trenes y las calles de Nueva York.

"Cuando encontré el grafiti fue ¡wao! Tenía 16 años, era la edad perfecta, escuchaba hip hop e hice la conexión. Empecé a hacer bocetos en mis libretas de la escuela y me dijeron que tenía que escoger un nombre", cuenta como de Ulises pasó a ser Stem.

"En el París del '86 y el '87 no había muchos grafitis, había empezado en el '83, pero más en el norte de Francia. Todavía no lo veías en los trenes", explica.

Junto a compañeros como Oeno y Gary decidió "bombardear" nada menos que la estación Louvre del tren, la que se detiene justo en el famoso museo. El 2 de mayo...

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