Cuernito

Nilka Estrada

Del rey de España se dice que no duerme con su consorte no se hace cuánto tiempo. Se cuentan a sus amantes por decenas. En medio de las revelaciones sobre los amoríos tolerados por la reina, el escándalo del yerno, al que acusan de usar los contactos en la corona para lucrarse usando como fronte una entidad sin fines de lucro, llevó a la monarquía española a hacer lo que nunca: revelar la millonada que se gasta el pueblo en sus lujos y lujurias.

No en balde dicen que "le han coronado" en lugar de le pegaron cuernos. Recuerdo que en un viaje a España un chofer de taxi señalaba con orgullo que su familia real no era disfuncional como la de Inglaterra. Otro engañado.

Como nada bueno se pega, he escuchado a colegas y amigos señalar con un extremado sentido de solidaridad con la realeza europea, que las mujeres de nuestro país debemos aprender de las reinas que miran, soportan y callan. Lo importante es el matrimonio, dicen.

La adopción de tales conductas le daría un nuevo significado al hasta ahora cariñoso término "mi reina" (o...

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