Sentencia de Tribunal Supremo de Justicia - 37 D.P.R. 143
Emisor | Tribunal Supremo |
DPR | 37 D.P.R. 143 |
No.: 3975, -Visto: Enero 21, 1927, Resuelto: Julio 12, 1927.
Sentencia de Miguel A. Muñoz, J. (San Juan), declarando con lugar la
demanda, sin costas. Confirmada.
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Marín Marién, abogado de los apelantes; Luis Freyre Barbosa, abogado del
apelado.
El Juez Presidente Señor del Toro, emitió la opinión del tribunal.
Celedonio Alvarez demandó a Antonio 1 o, Antonio 2 o, Petrona y Alejandro
Candelario, herederos de Francisca Clemente, para que le otorgaran la
escritura pública de la venta que la dicha Francisca Clemente le había hecho
hacía unos catorce años de un condominio de una cuarta parte de un solar de
5,862 metros cuadrados, situado en Machuchal, Santurce.
Fué el pleito a juicio. Ambas partes practicaron su prueba y la corte dictó
sentencia en contra de los demandados. Estos apelaron y señalan en su
alegato diez errores todos en relación con la apreciación de la prueba.
Para fundar su sentencia el juez de distrito emitió una cuidadosa opinión.
Hemos estudiado la evidencia y aunque encontramos que deja algo que desear,
sin embargo, no creemos que pueda afirmarse que no sostiene las conclusiones
del juez de distrito. El alegato de los apelantes revela un estudio
paciente e inteligente de la prueba. Contiene veinte y dos nutridas páginas
escritas en maquinilla. Hemos examinado todos los errores a la luz de la
jurisprudencia que cita aplicándola a los hechos del caso y si bien
reconocemos la fuerza de sus contenciones, no nos sentimos justificados para
sustituir nuestro juicio por el juicio del juez sentenciador. Es éste uno
de esos casos en que claramente juega un papel decisivo la credibilidad que
merezcan los testigos que ante el tribunal declaren, y la corte de distrito,
que estaba en mejores condiciones que nosotros para ello, se decidió de modo
claro, expreso, por los testigos del demandante.
Se trata de un solar en Santurce. Muy poco valían las tierras allí hace
treinta o cuarenta años. Por cuerdas se vendían y no por metros. Hoy su
valor es muy subido. María, Micaela, Juan y Francisca Clemente eran los
dueños de la totalidad de la finca en cuestión, sin que su título estuviera
inscrito en el registro de la propiedad. Sobre esto no hay disputa.
Se alega en la demanda que...
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