El primer alcalde elegido de San Juan

ANTONIO QUIÑONES CALDERÓN

ESCRITOR Y PERIODISTA

Pero la historia -la que se enseña de verdad- es así: hace tan sólo 44 años -once elecciones- que los sanjuaneros llevan eligiendo a su alcalde: seis desde entonces. El primero de ellos: Carlos Romero Barceló en 1968.

Voy a narrar la historia.

Aunque desde 1948 doña Felisa ejercía, primero con el título de administradora de la capital y más tarde con el de "alcaldesa", la dirección municipal de San Juan, los sanjuaneros nunca votaron por ella. Hasta 1964 votaban por una "plancha de candidatos a asambleístas municipales", que eran conocidos como "comisionados municipales". Elegidos estos (siempre los que postulaba el Partido Popular Democrático), se reunían la semana siguiente y confirmaban como administradora de la capital o "alcaldesa" a doña Felisa.

Por lo demás, a los doce asambleístas municipales que sí elegían los electores sanjuaneros, se agregaban cinco que nombraba el gobernador elegido. Era una especie de ejercicio colonial de la ciudad capital dentro del régimen colonial al nivel insular. (Al menos, el de la ciudad capital terminó en 1968).

Cuando Carlos Romero Barceló aceptó en 1968 la nominación a alcalde de San Juan por el Partido Nuevo Progresista hizo claro que quería llegar al cargo elegido con los votos de sus conciudadanos. A esos efectos defendió con vehemencia un proyecto radicado hacía más de diez años por el representante popular Herminio Concepción de Gracia para conceder a los electores de San Juan el derecho a elegir su alcalde, como hacían los de todos los demás municipios.

Pero al liderato popular en el Senado se le hacía difícil romper con la mañosa tradición, que ya había sido rota en la Cámara de Representantes. Al más firme opositor, el poderoso senador Luis Negrón López, le bastaba decir que "no es aconsejable" hacer el cambio, sin más ni más. Romero Barceló denunció "este atentado a la democracia, que despoja a los ciudadanos de San Juan de sus derechos electorales". Como el Senado seguía oponiéndose a aprobar el proyecto, a mediados de...

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