El engaño

JUAN ANTONIO RAMOS

ESCRITOR

Se trata de una parodia que el ingenioso narrador hace del Canto XII de la Odisea: Circe le aconseja a Ulises (Odiseo) que tapone los oídos de sus hombres para que no puedan oír los cantos mágicos de las sirenas. Sólo él, que desea oírlos, no se los tapona. Como precaución, pide a su tripulación que lo amarre con firmeza al mástil del barco. Las sirenas se cansan de cantar y desaparecen en las profundidades del mar.

En el cuentito de Monterroso, la Sirena y sus hermanas cantan y cantan sin que al listísimo Ulises se le mueva un pelo. Al ver que el barco se aleja, las hermanas se rinden pero la Sirena terca no se da por vencida y agota todo su repertorio de bachatas hasta quedarse ronca. A los pocos días Ulises regresa por las mismas aguas para recoger un IPhone que dejó olvidado en la isla de Vieques.

La perseverante Sirena decide jugarse todas las cartas, y con su galillo de guayo vocifera un reguetón salvaje. El astuto Ulises le hace creer que ha sucumbido al embrujo de su perreo. Posee a la Sirena ronca, y al tiempito la abandona cuando nota que su barriga le está creciendo.

No en balde Dante Alighieri en "La divina comedia" ubica al ladino marinero en la octava fosa del octavo círculo del infierno, donde son castigados los embaucadores, los que recurren al engaño para salirse con la suya.

¿Cuántos jefes de gobierno y ministros de Dios serán los futuros "roommates" del mítico tramposo?

El político es un individuo que vive haciendo promesas, que vive haciéndose retratar, que vive sonriendo todo el tiempo. Dice siempre lo que le conviene decir, y así recorre todo el país en busca de los votos que lo convertirán en un hombre rico.

El líder religioso se parece bastante al político de carrera. "La iglesia está con el que manda", afirma el anciano gobernante de "El otoño del patriarca", una novela escrita por Gabriel García Márquez.

Sabemos que la iglesia (católica o protestante) es una empresa lucrativa que tiene que ver muy poco con la prédica de Jesucristo.

Un fraude hipotecario de gigantescas proporciones precipitó la debacle financiera que ha estremecido al mundo entero. Si algún elemento nos une a los habitantes del planeta en la llamada era de la globalización, es la trampa.

En Puerto Rico la mayor aspiración que tiene el ciudadano promedio es la de poder "guisar", la de poder dar un buen "tumbe". Robar sin que lo cojan. El senador que agarraron traqueteando con dineros mal...

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