Antídotos contra el desaliento

COQUI SANTALIZ

ESCRITORA

Empero, lo que más nos encandila es la dependencia de los nuestros. Esos mantengos que nos enlazan el cuello. Así lo dispusieron los que al llegar nos vieron como una manada mestiza, incivilizada e incapaz de gobernarse: "The People of Porto Rico", territorio atestado de seres raros (buena aportación de Enrique Toledo). Aquéllos que tras bastidores decidieron perseguir y criminalizar a los que amaban a su país y, entre otras tropelías, impedirnos cualquier autogestión de crecimiento o de protección al medio ambiente.

Vengan p'acá los que sugieren vender al dichoso "territorio" (con todo y cláusula) los de Fortune, los republicanos xenofóbicos, los Paulsons y CNN; métanse y conozcan realmente quién es este pueblo, el que no asesina, el que les aviva su música, los artistas que embellecen sus hogares con buen arte, el artesano con artesanías para regalarlas a sus visitantes, el generoso en sus inundaciones y desastres, el que valientemente pelea por ustedes en sus guerras y ahora les exporta jóvenes preparados.

La dependencia forma parte de un plan de genocidio y, claramente, pervive en los partidos políticos tradicionales que, con su apego a la metrópolis, nunca se han enfocado en buscar las propias salidas económicas, porque mover esa olla, toma tiempo, trabajo, integridad, cambios, adultez. Mejor buscar más fondos y administrarlos como ya sabemos.

Pero ahora andan cortando y recortando, acción que por acá recluta al temblequeo. Mandan, y sus empresas nos sacan más de lo que entra, otra de nuestras tragedias: nunca el dinero se queda aquí, siempre se lo llevan. Y lamentablemente cada día -absurdo y contrario a lo evolutivo- somos más colonia, porque "los federales" aumentan su control e injerencia y, muchos opinan que son Batmans que desde el aire cosen los rotos. Pero como alguien bien dijo: se acabó la fiesta, porque allá los chavos no dan y su deuda explota (pregúntenle a los chinos).

Es sabido que los que ahora dominan en el mundo -y aquí- son las industrias poderosas, corporaciones, compañías. Grupos de capital que presionan y corrompen para sus propios intereses. Últimamente muchas personas escriben y expresan de buena fe cantitos del rompecabezas de esta madeja, pero es tan compleja nuestra situación que la verdad se nos escurre, lo cual no quita el seguir analizando y aportando ideas y debates que nos llevarán tarde o temprano a una madurez política. Temas y verdades que no se tocaban o eran tabúes. Es...

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