Mr. Imaginación

Por Jorge L. Pérez

jorge.perez@gfrmedia.com

Las oficinas estaban en pleno Manhattan, recordó Schomburg en una entrevista de 1993, cuando tenía 88 años de edad, "y a la hora del almuerzo solíamos subir a la azotea, todos con binoculares, para ver cómo se soleaban en una azotea cercana unas chicas que eran bailarinas de los musicales de Broadway".

Las chicas no le dejaban nada a la imaginación, pero, para ser sinceros, Schomburg ya tenía imaginación de sobra.

En esos años treinta, el hombre, que había iniciado su carrera como artista comercial junto a sus hermanos, pasó a hacer ilustraciones para algunas revistas de historias de aventuras.

Entonces, a principios de los años cuarenta, Schomburg se convirtió en un colaborador regular de Timely Comics, la empresa que años después se transformaría en Marvel, la nave matriz de toda la industria de los cómics de superhéroes.

Con Timely Comics, Schomburg se destacó principalmente como dibujante de portadas, y entre sus 'clientes' se hallaban héroes como el Capitán América, el Avispón Verde (Green Hornet), la Antorcha Humana y otras figuras de la compañía.

Su característica como dibujante era clara: un magistral dominio del pincel y del air brush, y mucha acción, llenando la página al máximo de figuras heroicas, pistolas, cuchillos, explosiones y, en especial, de bellas damiselas con escasa vestimenta, en situación desesperada y pidiendo auxilio.

En total, se cree que Schomburg, quien solía firmar como Xela, ilustró entre 500 y 600 portadas durante la llamada época de oro de los cómics. Posteriormente en los años cincuenta derivó hacia las portadas de revistas y libros de ciencia ficción, incluyendo la célebre serie de novelas juveniles, Winston.

Con el tiempo, numerosas de sus ilustraciones 'inspiraron' al cine de ciencia ficción, entre ellas una en la que figura la cabeza de la Estatua de la Libertad enterrada hasta el pecho, imagen cuya aparición al final de El Planeta de los Simios provocó que Schomburg expresara: "Me la robaron".

Ya para los años sesenta se había convertido en una leyenda en su campo, obteniendo un premio tras otro -incluyendo un premio Hugo (el Oscar o el Nobel de la ciencia ficción) en reconocimiento a toda su carrera- hasta el extremo de que en 1967 fue reclutado como asesor por el director Stanley Kubrick cuando este se preparaba para filmar 2001: A Space Odyssey.

El punto es que este artista formidable, aunque perteneciente a un campo popular en el cual por lo general no se...

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