'Es una falsificación'

Por Ana Teresa Toro

ana.toro@elnuevodia.com

El documento, de 53 páginas, deja claro de manera detallada que la evidencia presentada por Ivelisse Marín, así como los peritos que la certificaron, contaron con toda la credibilidad del Tribunal que descalificó como perito en la obra de Marín a uno de los principales testigos de la parte demandante, el artista Osiris Delgado, amigo y colega de Marín, quien ha certificado sus obras en el pasado.

La sentencia consta además de un listado de más de diez obras adicionales que bajo el criterio del doctor Rubén Alejandro Moreira, historiador de arte, profesor de la Universidad de Puerto Rico y a quien el propio Marín escogió para que fuera el escritor de su vida y curador de sus obras -labor que realizó durante 16 años-, son falsas. Una tarea nada fácil tratándose de un artista que creó sobre 4,500 obras.

El doctor Moreira aludió a que las pinturas en controversia eran "un desastre anatómico", "imperfectas en color", además de la carencia de los elementos tóxicos de la base química de su pintura y del hecho de que "Marín no pintaba obras en el lado corrugado del masonite como están pintadas las tres obras... primeramente procedía a preparar el lienzo con una capa de yeso como la base para que el acrílico se adhiriera mejor. Las tres obras que hemos mencionado no contienen capa de yeso", destaca el documento en el que se señala además que Moreira evaluó elementos históricos, procedimientos de creación y características de obras atribuidas al artista.

Las obras identificadas como falsas son porciones, versiones o repeticiones de obras ya conocidas y fue el análisis de Moreira y el informe presentado por los científicos Johnny Lugo (restaurador y conservacionista científico) y Antonio Martínez Collazo (físico) -quienes presentaron el Estudio comparativo preliminar respecto a características históricoestéticas y físicoquímicas de alguna de las obras atribuidas al artista Augusto Marín- las pruebas más contundentes que lograron convencer al Tribunal de que las obras son falsas, por lo que no procede la alegada difamación que denunció García, quien asegura haber visto seriamente afectado su negocio debido a la negación de la heredera de Marín de autenticar las piezas.

Cabe señalar que Augusto Marín otorgó un poder general el 4 de febrero de 2003 a su hija Ivelisse concediéndole, entre otros deberes y facultades, la administración de sus bienes y los derechos de su obra artística, incluyendo los derechos de...

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