Serio llamado de los obispos

Por Israel Rodríguez Sánchez

israel.rodriguez@elnuevodia.com

Wesolowski, quien fue destituido el 21 de agosto como nuncio apostólico o embajador de El Vaticano en República Dominicana, es investigado por las autoridades vaticanas y del vecino país caribeño por presunto abuso sexual de menores.

"Ante esas acusaciones tan delicadas, invitamos a orar por todas las personas involucradas. Reiteramos que cualquier persona que tenga alguna situación al respecto, se comunique con las autoridades competentes", lee la carta firmada por el monseñor Roberto González Nieves, presidente de la Conferencia Episcopal Puertorriqueña.

Como delegado apostólico para Puerto Rico, Wesolowski viajaba con frecuencia a la Isla. Aquí el monseñor polaco pernoctaba en un apartamento localizado en el condominio Villa Caparra Executive, en la carretera número 2, juridicción de Guaynabo.

El Nuevo Día visitó ayer el condominio y vecinos del lugar, que prefieron no identificarse, confirmaron que veían a Wesolowski allí "de vez en cuando", al tiempo que lo describieron como "sociable". A su vez, se mostraron sorprendidos con las denuncias en su contra por abuso sexual de menores.

La Conferencia Episcopal Puertorriqueña desconoce si alguien en Puerto Rico ha presentado una denuncia contra Wesolowski. "El arzobispo no tiene conocimiento de querellantes en Puerto Rico", expresó ayer Samuel Soto, portavoz de González Nieves.

Hasta ayer, la Policía tampoco había recibido ninguna querella contra Wesolowski, informó la portavoz de la Uniformada, Michelle Franco.

Wesolowski es conocido en Puerto Rico porque fue uno de los promotores de la investigaciones realizadas por dos órdenes de El Vaticano en contra de González Nieves. Además, tuvo vínculos cercanos con líderes del Partido Nuevo Progresista (PNP) que insistían en la destitución de González Nieves.

De acuerdo con informes publicados por la prensa dominicana, Wesolowski alegadamente frecuentaba la zona colonial de la capital dominicana donde ingería alcohol y luego pagaba a niños para sostener relaciones sexuales en un monumento abandonado en el malecón de Santo Domingo.

El destituido nuncio mantenía vínculos estrechos en República Dominicana con el también sacerdote polaco, conocido como padre Wojciech, quien huyó de ese país con una identidad falsa para evadir la justicia ante las acusaciones en su contra de violar a decenas de niños, relatan las versiones de la prensa dominicana.

"Todo este asunto hay que enmarcarlo en el...

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