Gárgolo

Miguel Rodríguez Casellas

Los paralelos entre religiosos fundamentalistas e intelectuales "brillantes" asustan, y sí, me hacen recordar por qué detesto la palabra "claustro", que resume la vocación monacal que los emparenta a una misma voluntad carcelera y enderezadora.

Recientemente, un escritor muy respetado, y de escroto desafiante, promovió en una enigmática columna lo que viene a ser la Alemania del tópico: pulcra, severa, militaroide. Hay otras Alemanias, por supuesto, que rebatirían esa postal. Si las matas son la prueba, habría que hablar de la inclinación alemana hacia el jardín desmelenado y de aparente falta de mantenimiento, sensibilidad que uno podría parear con sus cíclicas irrupciones anárquicas de anti-orden y anti-gobierno.

Pero ése es el problema con los guardianes del templo, que es su visión autorizada y autoritaria la que acapara el cuento; cualquier otra trayectoria, punto de vista, matiz o estilo se ningunea y deshereda, porque tengan claro que la fuerza del escroto sueña con fijar herencias y herederos, ése es su proyecto. Contradictoriamente, es su torpe urgencia reproductora la que los mata a destiempo. El gárgolo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR