Estremecida la Iglesia
Por Limarys Suárez Torres
lsuarez1@elnuevodia.com
Con la admisión del monseñor Rubén González Medina ya son 12 los sacerdotes acusados por abuso sexual en cuatro de las seis diócesis que tiene la Iglesia Católica en Puerto Rico. Al igual que los anteriores, este nuevo caso de Caguas tampoco le fue informado a la Policía ni a los feligreses de la parroquia a la que pertenecía el religioso.
"Está suspendido en este momento del ministerio mientras el proceso se va desarrollando. Estamos en una fase preliminar y hay que tener discreción en el proceso hasta recopilar todos los datos para comprobar que el acto fue o no realizado", dijo González Medina al ser abordado por este diario sobre los casos de pedofilia en su obispado.
¿Avisó a la Policía y a los feligreses sobre la suspensión de este sacerdote por imputaciones de pedofilia?, preguntó El Nuevo Día.
"No es necesario informar a la parroquia. Hay que tener en cuenta que respetamos el derecho a la confidencialidad solicitado por la víctima. En este caso cuando él presenta la querella ya es mayor de edad. El sacerdote fue suspendido en el 2013 y el caso está en manos de la Congregación para la Doctina de la Fe", indicó el obispo de Caguas.
Ayer, César Miranda, designado secretario del Departamento de Justicia expresó que la pedofilia dentro del clero de la Iglesia Católica "es un problema aparentemente mucho mayor de lo que habíamos anticipado".
Miranda aseguró que investigará los cuatro casos de abuso sexual en la Diócesis de Mayagüez que reveló El Nuevo Día el jueves como parte de una serie investigativa que realiza sobre el clero.
"No teníamos conocimiento de estos casos de Mayagüez. Nos hemos enterado ahora y obviamente caen dentro de la misma categoría de los casos que hemos estado investigando anteriormente. Me parece muy desgraciado todo esto", subrayó Miranda tras participar en la ceremonia de los "Valores del año" de la Policía en el hotel Caribe Hilton en San Juan.
El obispo de Caguas reconoció ayer que los casos de pedofilia dentro del clero son un escándalo que sacude y entristece a todos en el País, pero siente la confianza de que esta crisis ayude a la purificación de la Iglesia Católica.
"Me siento triste y tengo que pedir perdón, porque esto es un escándalo que se ha suscitado en el seno de la Iglesia Católica. A todas las víctimas les pido que no tengan miedo de decir lo que tienen que decir. Es importante que esto se sepa para que haya credibilidad en los procesos...
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