Aborigen

Miguel Rodríguez Casellas

He percibido también los límites del concepto "reconciliación", movimiento que admite el turbio pasado para luego ambicionar un futuro diverso e igualitario. Suena bien, hasta que sirve de excusa para desatender los reclamos sobre las tierras incautadas por los invasores blancos.

El registro de actitudes es amplio. Traigo al viejo profesor australiano que habla del genocidio en Tasmania, justificando la culpa "por ser hijos del imperialismo inglés", para luego corregirme, en un momento de incómoda ironía, con "we don't use the term 'plantation' here".

Conocí un joven sociólogo, hijo de catalanes, que trabaja con poblaciones de aborígenes en entornos urbanos, y quien ha adoptado aspectos de su convivencia, como nombrarse "padres", "madres" y "hermanos" entre sí para reiterar la responsabilidad compartida y el sentido comunitario. El amigo sociólogo hace suyo este principio para extender artificialmente su propia familia, compensando por las pérdidas del exilio español. Una hermosa foto de sus "tíos" y "primos" evidencia la multietnicidad de sus "parientes".

Parecería sencillo identificarme con la mayoría anglosajona, por formación y apariencia, pero es en la condición del aborigen y...

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